Uno de los lanzamientos más importantes de Zennio en 2025 es la nueva versión de la pantalla táctil Z35 V3, que mantiene la esencia y la potencia de su antecesora, dando un paso más en diseño, integración y experiencia de uso. La Z35 V3 es una pantalla táctil capacitiva de 3.5” con tecnología KNX, diseñada para ofrecer un control completo de la vivienda o del edificio desde un solo punto, de forma intuitiva.
La pantalla táctil incorpora sensores de temperatura, humedad y proximidad, además de un sensor de luminosidad que ajusta automáticamente el brillo de la pantalla. Cuando no se está utilizando, muestra un salvapantallas con la hora, fecha y temperatura, que desaparece en cuanto el usuario se acerca. La interacción es fluida, natural, sin necesidad de tocarla.
Gestión de sistemas domóticos
Con hasta 56 controles personalizables distribuidos en siete páginas navegables, esta pantalla de Zennio permite gestionar iluminación, climatización, persianas, escenas y accesos, entre otras acciones. Todo con una nueva interfaz visual, optimizada y minimalista, donde cada función está al alcance de un vistazo. El clásico botón ‘Inicio’ ha sido sustituido por una guía de luz discreta que refuerza la estética moderna del dispositivo y simplifica aún más su uso.
En el plano técnico, esta nueva versión incluye termostatos para dos zonas independientes y cuatro entradas analógico-digitales que pueden configurarse como entradas binarias, sondas de temperatura o sensores de movimiento. Todo ello, con la seguridad de la compatibilidad con KNX Secure, que garantiza comunicaciones cifradas y robustas en todo momento.
Respecto al diseño, la Z35 V3 cuenta con un marco más compacto, con una reducción de 4 mm en el eje vertical que favorece su integración en todo tipo de ambientes. Disponible en blanco, negro, gris y el nuevo acabado champagne, se adapta o resalta con sutileza, convirtiéndose en un elemento decorativo más.
Sus líneas más limpias, sus ángulos de visión mejorados y sus colores más vivos elevan la experiencia visual y hacen que cada interacción sea una prolongación natural del entorno.