El Edificio Inteligente: ¿mito o realidad?

El edificio inteligente surge en la actualidad como un ejemplo destacado de las iniciativas de mejora de la eficiencia energética en España, donde su operatividad económica y funcional son objeto de debate entre proveedores y usuarios. Se trata de una nueva frontera de la edificación y de la rehabilitación con miras, sobre todo, a conseguir el mayor ahorro energético posible, sin renunciar al confort, mediante la integración de las TICs o de sistemas de automatización y control.

Para conocer la funcionalidad, operatividad y ahorro de estos nuevos actores de la edificación, la fundación Gas Natural Fenosa ha celebrado el martes 12 de marzo el seminario “Edificio Inteligente: ¿mito o realidad?”, que ha contado con la participación de expertos de distintas empresas proveedoras de servicios que han aportado sus soluciones y, en algunos casos, presentado distintos casos de éxito.

Este evento, dirigido a profesionales como arquitectos, ingenieros, instaladores, fabricantes de sistemas de control, administradores, gestores de edificios, AAPP, investigadores y empresas de diversas disciplinas, ha puesto de relieve aspectos clave en el edificio como el correcto diseño, la optimización de los recursos, el papel del gestor energético, entre otros.

La Jornada ha sido inaugurada por el Director General de la fundación, Pedro-A. Fábregas, y por el Consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, quien ha señalado el ahorro y la eficiencia energética como instrumentos de crecimiento económico y bienestar social. “Madrid es una región con alta densidad de población con un amplio parque de edificios, por lo que se hace necesario aprovechar los recursos energéticos mediante un control inteligente de los mismos”, ha subrayado.

Qué es un Edificio Inteligente

El Presidente de la Plataforma Tecnológica Española de Eficiencia Energética (PTE-EE), Juan Puertas, ha sido quien ha introducido el concepto de edificio inteligente en su ponencia, la primera de este seminario, titulada “El edificio inteligente: ¿De qué estamos hablando?”. Según Puertas, “una construcción inteligente, es una construcción eficiente, es decir, que puede hacer mucho con la mínima cantidad de recursos”. Pero para llevar a cabo una construcción eficiente, es necesario prestar especial atención al diseño del edificio, a la elección de soluciones energéticas y materiales y a la integración de los sistemas de control.

En la elección de las soluciones energéticas, Puertas ha insistido en seleccionar “las mejores tecnologías disponibles para satisfacer esta demanda”, entre las que se sitúan algunas como los sistemas de iluminación, los electrodomésticos inteligentes de bajo consumo o sistemas de gestión inteligentes para optimizar la instalación.

En cuanto a los sistemas de control, el Presidente de la PTE-EE ha hecho alusión a soluciones como los termostatos o los sensores de presencia, si bien, ha declarado que el mejor sistema de control es “la educación ambiental y el consumo responsable”. Para dar un “salto” más en los Edificios Inteligentes, Finalmente, Puertas ha hecho mención a Building Management Systems (BMS), un sistema de hardware y software con el que se puede controlar la detección de incendios, el control de accesos, la gestión de ascensores, del sistema de iluminación, del sistema térmico o del audio vídeo.

La Oferta del Edificio Inteligente

La Oferta de los Sistemas de Medida y Automatización ha sido el siguiente tema que se ha abordado en el Seminario. Roger Casellas, Director de Eficiencia Energética de Schneider Electric, ha explicado que, en el ciclo de vida de un edificio, los costes de edificación suponen un 25%, siendo los costes operativos de un 75%. Por eso, es esencial un correcto y diseño del edificio para que los costes operativos sean lo más bajos posible.

La mayoría de los gastos operativos exige una serie de inversiones a lo largo del ciclo de vida del edificio en equipos nuevos, optimización de sistemas o desarrollo de competencias. Según Casellas, para reducir dichos costes, es necesario pasar por cinco áreas clave: la consultoría energética y de sostenibilidad para definir un plan estratégico, los servicios para la adquisición energética, comprobar la fiabilidad de suministro y de los sistemas de medición, ejecutar el diseño de proyectos energéticos y la medición, que ha de ser realizada por un gestor energético.

En este sentido, cobran relevancia diferentes sistemas de supervisión y control como EcoStruxure, una plataforma software que integra todos los servicios de un edificio (control HVAC, iluminación, supervisión energética, IT data, control de accesos, videovigilancia, etc.), adaptada en función de cada perfil (gestor energético, el presidente de la compañía, etc.).

Por otro lado, la Oferta en Sistemas de Información, ponencia impartida por Javier de Miguel, Consultor Gerente Desarrollo de Negocio M2M en Telefónica España, se ha centrado en la optimización del gasto energético en edificio e infraestructuras. “El edificio por sí mismo no va a ser inteligente, sino la persona que lo gestiona. Tiene que aprender y, para ello, disponer de la información”, ha asegurado.

En este sentido, proveen de una serie de herramientas para gestionar la red de edificios: la de operación y supervisión (BMS) y la de inteligencia energética (EMS). Es decir, dotar de una gestión remota centralizada a una red de inmuebles urbanos, capacitando a los usuarios a telegestionar las infraestructuras. Algunos de los elementos que se pueden optimizar son la iluminación, la climatización, ACS, el frío industrial, las instalaciones mecánicas, los suministros eléctricos y los spas y zonas de agua.

Gestión del Edificio Inteligente por parte de profesionales expertos

Las empresas de servicios energéticos también se quieren involucrar en el control del edificio inteligente porque le dota de inteligencia para “gestionarlo adecuadamente”.

Así es el caso de Gas Natural Fenosa, que ha estado representada en el seminario por Jaume Miró, quien también ha insistido en que la gestión del edificio inteligente ha de caer en los gestores. “Usamos herramientas para elaborar información y generar una respuesta adecuada y en los edificios hay mucha información”, ha explicado.

Dos sectores con aplicación: el hotelero y el de la gestión de residuos

Existen dos sectores en los que se están aplicando las medidas de control energético e integrando tecnologías para los Edificios Inteligentes: el hotelero y el de la gestión de residuos. Desde el sector hotelero, Marcos Tejerina, Energy Manager de Melià Hotels International, ha presentado el proyecto Energy SAVE: Ahorro y Eficiencia Energética en Meliá Hotels International.

Los motivos por los que han implementado tecnologías propias de un edificio inteligente en un hotel son porque, este tipo de inmuebles exigen garantizar el máximo confort posible con el menor impacto energético, económico y medioambiental, superando así las expectativas de los clientes. Con Energy SAVE, se miden los consumos, se comparan y se corrigen para adoptar medidas apropiadas.

“Si queremos garantizar el confort en un hotel, hay que cumplir con tres criterios: excelencia, responsabilidad y sostenibilidad y, éstos se alcanzan con un sistema de control”, ha señalado Tejerina. Para ello, en dicho sistema de control, es esencial medir lo que se quiere consumir, para mejorar una vez sabiendo lo que se consume.

Además, lo que se necesita en dicho sistema de control es un servicio, no un producto, que cumpla con un correcto funcionamiento, sea robusto y fiable, sencillo para el usuario, que funcione con el menor consumo, coste y emisiones, traducible a operaciones (a euros), que tenga traducción web (telegestión) e integración en ERPs.

Los elementos que se pueden integrar en el sistema de control engloban algunos como actuadores y medidores, cableado, “cerebros” distribuidos, telegestión y conexión a distancia, sistemas abiertos comprensibles, formación a ingenieros y, sobre todo, un servicio integral. En este sentido, Tejerina ha enunciado todas las cualidades y tareas que exigen a un edificio ser inteligente: inversión, esfuerzo, conocimiento profundo del sistema, integración en el “sistema nervioso” dentro y fuera del edificio, formación a los gestores energéticos, estar al día de las tecnologías, entender distintos protocolos y sistemas cerrados y que los usuarios aprendan a entenderlo.

Con respecto a la gestión de residuos, José Javier Alonso, Ingeniero de Proyectos del Departamento de Energía de Urbaser, ha sido el encargado de presentar las actividades que se están llevando a cabo en este sector. Según Alonso, para conseguir una gestión energética eficiente, es vital “considerar la gestión energética como parte integrante de la gestión de la empresa, controlar el uso de la energía, impartir una formación adecuada, suministrar los medios necesarios para implicar a las empresas colaboradoras y conseguir la mejora continua en el desempeño energético”. En este sentido, es fundamental el diseño del servicio que, unido a la optimización de los recursos, se puede conseguir una eficiencia energética y económica, que satisface así las necesidades de los usuarios.

José Javier Alonso también ha aprovechado para mostrar sus innovaciones en el sector de los vehículos eléctricos, cuyos sistemas de carga se podrán integrar en el Edificio Inteligente y se podrá monitorizar y supervisar de forma centralizada la energía necesaria para la recarga de los mismos.

Políticas encaminadas a lograr la eficiencia energética

La Comunidad de Madrid también ha estado representada en este seminario. El Director General de Industria, Energía y Minas de la Consejería de Economía y Hacienda de la CAM, Carlos López Jimeno, ha sido quien ha concluido la jornada con una ponencia sobre las acciones y políticas que está llevando a cabo el Gobierno de la región para estimular la inteligencia de los edificios en su territorio y lograr así el mayor ahorro energético posible.

Por ejemplo, el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2011-2020 incluye medidas como los sistemas de control de las instalaciones térmicas y de las de iluminación interior, integración de los subsistemas térmicos en un sistema domótico que permita la comunicación entre los diferentes sistemas, la implantación de sistemas de monitorización para conocer las condiciones de control y la construcción o rehabilitación de edificios de consumo de energía casi nulo.

Sin embargo, todas estas medidas no tendrían sentido si “el consumidor no se convierte en activo e inteligente”, ha manifestado López Jimeno. Este tipo de consumidor tiene la información sobre su consumo, el coste y cómo reducirlos, además de saber elegir el comercializador y los servicios que quiere.

Otras de las acciones de la Comunidad de Madrid en este terreno de las que también ha hecho mención el Director General de Industria, Energía y Minas durante su intervención son la sustitución de los contadores convencionales por inteligentes, la medición individual de consumos en instalaciones centralizadas de calefacción mediante la implantación de repartidores de costes, la integración de las redes inteligentes, el Plan Renove de Instalaciones Eléctricas Comunes que se adecuen a las condiciones de seguridad reglamentarias y la gestión de los edificios a través de ESES.

Según López Jimeno, la tecnología ha avanzado más en otros sectores, como el de los electrodomésticos (que al comprarlos sabemos lo que va a consumir gracias a su etiquetado energético) o el de los automóviles (que incluyen ordenadores para avisar a los conductores cuando están cerca de otro coche, elevalunas eléctrico, etc.), que en el de la vivienda. “Cuando compramos una vivienda, que es una de las inversiones más grandes que podemos acometer en nuestra vida, no sabemos cuánto va a consumir”, ha subrayado.

“Tenemos verdaderos sumideros energéticos en nuestras casas”, ha asegurado el Director General, quien además ha insistido en que, todavía, “no somos inteligentes” y lo ha ejemplificado con el caso de los ascensores. “Muchos de ellos están toda la noche sin funcionar pero consumiendo luz en vez de tener un sensor de ocupación para el encendido y apagado de las luces”, ha explicado.

López Jimeno ha concluido su intervención comparando el funcionamiento del edificio con el del cuerpo humano, donde el cerebro podría ser el sistema domótico de la vivienda. Actividades como la ingesta de alimentos (es decir, el suministro de gas natural) o abrigarse (mejora del aislamiento) requieren “un sistema de control y de gestión a través del cerebro, en el caso de la persona, o del sistema domótico, en el edificio (con contadores inteligentes), que tengan comunicación bidireccional y todo ello contribuirá, no solamente a la eficiencia energética, sino también al confort, seguridad y a la protección del medio ambiente”, ha zanjado.

 
 
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