El proyecto Smeter analiza la eficacia de los medidores inteligentes como herramientas de análisis de la eficiencia energética en viviendas

Gráfico.

Uno de los objetivos para reducir las emisiones de CO2 es conseguir que los edificios sean más eficientes energéticamente, por lo que una de las soluciones es medir la pérdida de calor de las viviendas. En este contexto, el Programa de Innovación de Calificaciones de Eficiencia Térmica Activadas por Medidores Inteligentes (Smeter) ha utilizado los medidores inteligentes para conocer la eficiencia energética de las viviendas.

El informe de los resultados del proyecto Smeter analiza la eficiencia de los medidores inteligentes para conocer la eficiencia energética de las viviendas.

El proyecto Smeter cuenta con un presupuesto de 4,8 millones de euros, financiado por el departamento de Negocios, Energía y Estrategia Industrial (BEIS, por sus siglas en inglés) del Gobierno de Reino Unido, de los cuales 1,3 millones de euros fueron destinados para la segunda fase del proyecto, que corresponde a la evaluación técnica de las tecnologías Smeter.

Los resultados de la segunda fase del proyecto han sido publicados con un resultado favorable al uso de las tecnologías Smeter, las cuales podrían desempeñar un papel en la calificación energética de las viviendas, además de en la cuantificación de la mejora de la eficiencia energética tras la rehabilitación y la identificación del bajo rendimiento de las viviendas nuevas.

Para el desarrollo de las pruebas técnicas, la segunda fase del proyecto fue liderada por la Universidad de Loughborough, la Universidad Collegue London (UCL), la Universidad Leeds Beckett, en colaboración con el proveedor de viviendas Halton Housing, todos ubicados en Reino Unido.

Tecnología Smeter

Varias organizaciones europeas desarrollaron ocho medidores inteligentes con tecnologías diferentes, que se dividieron en cinco tipos, en función de sus características técnicas. Su objetivo era medir el rendimiento térmico de 30 viviendas a través de la monitorización de la demanda de gas y electricidad.

Algunos de los dispositivos complementarios a los medidores inteligentes eran los controladores de calefacción con conexión a Internet.

Las tecnologías Smeter menos intrusivas fueron el tipo 1A y tipo 1B, que aplicaron un medidor inteligente sin ningún hardware adicional, por lo que no se necesitaba instalación. Solo en el tipo 1B se realizó una encuesta básica.

En el tipo 2, el producto Smeter añadía sensores de temperatura del aire con registro de datos alimentados por batería. Para el análisis de los datos, los sensores fueron enviados a la organización para la recuperación de la información. Con esta tecnología no se requirió encuesta.

En algunos tipos de tecnología Smeter se aplicaron sensores de temperatura y humedad relativa.

Por su parte, el tipo T3 incluyó a tres tecnologías Smeter que contaban con sensores alimentados por baterías para monitorizar la humedad relativa y temperatura. Estos datos iban a un concentrador conectado a Internet. Con estos medidores inteligentes se realizaron las encuestas domiciliarias.

Por último, el tipo 4 incluía a dos modelos de medidores inteligentes, los cuales necesitaban un controlador de calefacción central con una interfaz de pantalla táctil y sensor de temperatura, una unidad receptora de caldera inalámbrica y cinco sensores conectados a un concentrador con conexión a Internet. También se realizaron las encuestas domiciliarias.

Viviendas para las pruebas de Smeter

Para las pruebas técnicas del proyecto Smeter se seleccionaron 30 viviendas: un adosado, 10 adosados y 19 viviendas con terraza, ubicadas en Reino Unido y pertenecientes a Halton Housing. En este conjunto de viviendas, que se incluían casas de dos plantas y bungalows de una sola planta, se construyeron entre 1927 y 1990, cuentan con unas superficies de entre 38 y 83 metros cuadrados, y con contratos de rendimiento energético C o D.

Un total de 30 viviendas participaron en el proyecto para analizar su eficiencia energética y probar la tecnología Smeter.

En cada una de las viviendas se implementó un tipo de medidor inteligente desarrollado por las entidades colaboradoras para medir la demanda de gas y electricidad. Asimismo, se instalaron sensores de temperatura y humedad relativa entre cinco a ocho estancias de cada vivienda.

Para obtener unos datos más precisos, se escogieron viviendas que estuvieran vacías durante un período antes de las pruebas de campo. De esta forma, se pudo medir el coeficiente de transferencia de calor (HTC) de cada hogar mediante una prueba de cocalentamiento y se utilizó la hermeticidad del aire mediante la presurización del ventilador para tener en cuenta la pérdida adicional de calor por ventilación.

El HTC es una métrica para describir la pérdida de calor de un edificio expresada como la tasa a la que se pierde calor por diferencia de temperatura del aire en grados Celsius entre el interior y el exterior de un edificio en unidades de W/K. Incluye la pérdida de calor por conducción a través del tejido, por infiltración y ventilación. Un HTC más bajo demuestra una menor tasa de pérdida de calor y, por lo tanto, un mejor rendimiento térmico.

Valoración de las tecnologías Smeter

La precisión de cada producto Smeter (HTC calculado) se comparó directamente con el HTC medido. Cuando los intervalos de confianza de estos dos resultados se superpusieron, el resultado de la tecnología Smeter se consideró exitoso.

El gráfico representa las diferencias entre el HTC calculado para cada tecnología Smeter y el correspondiente HTC medido para cada vivienda.

En general, las tecnologías Smeter tuvieron éxito en entre el 70% y el 97% de las viviendas, con intervalos de confianza promedio de entre el 12% y el 33%. Cinco organizaciones participantes proporcionaron resultados de HTC calculados que tuvieron más del 90% de éxito en general.

Por otro lado, se entrevistó a los propietarios de las viviendas para conocer su punto de vista sobre los productos Smeter. Las encuestas revelaron que el 97% no notaron la presencia de los productos Smeter en sus viviendas.

El 93% de los propietarios no les importaría tener esta tecnología en su vivienda siempre, frente al 7% que solo mantendrían los productos Smeter durante seis meses. Asimismo, otro 7% consideró que el uso de enchufes en los productos Smeter eran innecesarios y el 13% de los usuarios no les gustó la luz intermitente en algunos de los sensores que se instalaron para la monitorización.

El informe también destaca la necesidad del desarrollo de protocolos para definir el tipo de viviendas a las que se le pueden aplicar de manera confiable la tecnología Smeter y a cuáles no. Asimismo, estos protocolos también establecerían cómo tratar diferentes asuntos como las fuentes de calor no medidas, los electrodomésticos grandes como bañeras de hidromasajes o vehículos eléctricos, así como las viviendas con una envoltura térmica mal definida, entre otros casos.

 
 
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