ASHRAE beca a 21 estudiantes estadounidenses para conocer el consumo energético en oficinas.

La Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, de sus siglas en inglés) ha becado a 21 estudiantes estadounidenses que participan en el "ASHRAE Graduate Student Grant-in-Aid Award Program" para que desarrollen proyectos encaminados a conocer la cantidad de energía que consumen los usuarios de oficinas y cómo ello impacta en su confort personal.

“ASHRAE Graduate Student Grant-In-Aid Award Program” se trata de un programa diseñado para animar a los estudiantes a continuar su educación preparándose para trabajar en la industria de "HVAC&R" (calefacción, ventilación, aire acondicionado y refrigeración). Las subvenciones, cuyo importe total es de 210.000 dólares (157.228 euros), se otorgan a estudiantes graduados a tiempo completo en tecnologías relacionadas con ASHRAE.

Jared Langevin, de la Drexel University, es uno de los 21 estudiantes becados y va a desarrollar en su proyecto "Comportamiento Humano y Arquitectura de Bajo Consumo, como parte de la adaptación al medio, el confort personal y el uso de la energía en el entorno construido" el diseño de las mejores herramientas para cuantificar el confort y el comportamiento de los ocupantes como partes integrantes del edificio y de los procesos de operación.

"Mientras que los cálculos de ingeniería tradicional en la etapa de diseño para edificios de oficinas han asumido que los ocupantes solo contribuyen en la aportación de calor añadido, en la práctica, los empleados de la oficina real, interaccionan y se adaptan a su entorno de manera mucho más significativa. Recientes estudios han demostrado que esta interacción tiene efectos importantes sobre el uso de la energía", ha explicado Langevin.

Actualmente, no existen herramientas adecuadas que puedan utilizar arquitectos e ingenieros en el comienzo del proceso de diseño, para sopesar varios escenarios de comportamiento de los ocupantes en relación con aspectos clave del diseño, confort esperado, productividad y uso de energía, según ha señalado Langevin. Como consecuencia de esto, los diseñadores del edificio desconocen cómo las personas pueden realmente utilizar y percibir sus espacios y, de esta forma, definir estrategias para lograr un acondicionamiento eficiente energéticamente a pesar de las incertidumbres que rodean el comportamiento de los ocupantes. En su lugar, podrían estar usando estas incertidumbres en sí mismas como una oportunidad para ahorrar energía y mejorar la calidad del aire interior.

Este proyecto incluirá la construcción de un marco general para vincular la simulación del comportamiento de los ocupantes con programas de simulación energética de todo el edificio, de forma que los resultados del comportamiento, confort y productividad pueden ser evaluados directamente junto a los impactos del uso de energía posible en el diseño, la construcción y operación de los edificios.

Langevin también desarrollará una rutina de simulación de comportamiento de los ocupantes de las oficinas que generará patrones de comportamiento individual y de grupo de manera que, esta rutina, se pueda integrar en el marco general de la simulación del edificio. Incluirá paquetes de salida desde la herramienta de simulación del comportamiento-energético integrado de manera que pueda ser entendida por ingenieros y arquitectos.

 
 
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