Plan Románico Atlántico para la rehabilitación y gestión de iglesias

La arquitectura románica comenzó a dejar su huella en torno al siglo X en la mitad norte de España, especialmente en edificios religiosos como catedrales, iglesias, monasterios o ermitas. Para que estas joyas arquitectónicas de gran valor patrimonial perduren en la historia, es necesario acometer acciones de conservación y rehabilitación, tanto de su estructura como de su sistema eléctrico, mediante la aplicación de las nuevas tecnologías.

En ello consiste el Plan de Intervención Románico Atlántico, un proyecto de cooperación transfronteriza para la Conservación del Patrimonio Cultural, que incluye proyectos de restauración de templos románicos ubicados en las provincias españolas de Zamora y Salamanca y en las regiones portuguesas de Porto, Vila-Real y Bragança.

Esta iniciativa público-privada, que se prolonga hasta el año 2014, dispone de un presupuesto global de 4,5 millones de euros, sufragados por la Fundación Iberdrola, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León y la Secretaría de Estado de Portugal, entidades participantes en el proyecto, junto con la Iglesia Católica de Portugal y las diócesis españolas de Ciudad Rodrigo, Salamanca, Zamora y Astorga. Para el desarrollo de los trabajos se cuenta con la experiencia de la Fundación Santa María la Real, quien desarrolla los contenidos del Plan y se encarga de la ejecución de las obras.

Atendiendo a los estudios técnicos previos, el Plan de Intervención Románico Atlántico comprende dos tipos de actuaciones diferenciadas. Por un lado, se incluyen actuaciones integrales consistentes en la intervención arquitectónica en el templo y la rehabilitación de su entorno más inmediato.

Por otro lado, se contemplan actuaciones centradas en la instalación del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS de sus siglas en inglés), desarrollado por la Fundación Santa María la Real, que controla y gestiona cada edificio histórico a través del registro de determinados parámetros (temperatura, humedad, vibraciones, movimientos, etc.). También se incluyen actuaciones como la renovación de las instalaciones eléctricas así como la mejora de la iluminación para hacerla compatible con los valores histórico-artísticos de los bienes patrimoniales.

En definitiva, se trata de una intervención que va más allá de la mera restauración, facilitando una gestión integral y más eficiente de estos edificios históricos en los que se actúa, convirtiendo a estos templos en iglesias inteligentes.

Rehabilitación de la Iglesia San Martín de Castañeda

Un ejemplo de la aplicación de las nuevas para la conservación y rehabilitación del patrimonio es el que se está ejecutado en la iglesia San Martín de Castañeda (San Martín de Castañeda, Zamora), que data del siglo X, donde se han llevado a cabo diferentes actuaciones, cuyos resultados fueron presentados el pasado viernes 15 de noviembre en la misma iglesia. Este acto contó con la asistencia del Director General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, el Director General de la Fundación Iberdrola, Rafael Landín, el Director General de la Fundación Santa María la Real, Juan Carlos Prieto, el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Astorga, entre otros representantes de la comarca.

En la primera fase de la intervención, se efectuó la limpieza, reparación y mejora de una parte de las cubiertas, en las que se ha instalado un sistema de ventilación para evitar que se produzca humedad, un problema muy común en esta tipología de edificio histórico.

La segunda fase de la intervención se ha centrado en tres aspectos: la arquitectura, restauración de mobiliario e iluminación. Algunas de estas acciones han consistido en la dotación de bancos calefactados para evitar el frío que siempre hace en este tipo de templos, en la instalación de un sistema de apertura automática de ventanas para garantizar el mantenimiento de las condiciones higrotérmicas adecuadas y en la mejora de la iluminación para facilitar el culto, potenciar el atractivo turístico y realzar elementos como pinturas murales u ornamentos.

Monitorización en tiempo real

Uno de los aspectos más novedosos e importantes del proyecto ha sido la instalación del Sistema de Monitorización del Patrimonio (MHS), con el que se monitorizan parámetros ambientales (temperatura y humedad) y estructurales (fisuras), mediante sensores termohigrométricos y fisurómetros que registran y envían los datos a través del MHS al centro de control de la Fundación Santa María la Real, donde son procesados y analizados.

Con toda la información acumulada, el equipo multidisciplinar de la Fundación Santa María la Real realiza el estudio de la variación experimentada en el templo tras estas primeras actuaciones, verificando la estabilidad de la intervención realizada, a la vez que se permite establecer un diagnóstico de actuaciones para posteriores intervenciones en el edificio. Por ejemplo, el sistema de apertura automática de las ventanas está automatizado con los sensores ambientales del MHS.

Incipientes actuaciones para la gestión y conservación: Iglesia San Pedro de la Nave

El equipo del Plan Románico Atlántico ha iniciado la intervención en otro templo románico. Se trata de la iglesia de San Pedro de la Nave, con arquitectura visigoda, que fue construida entre los siglos VII y VIII a orillas del río Esla y fue declarada Monumento Nacional. Su ubicación actual, en la localidad zamorana de El Campillo, se debe a que en 1930 fue trasladada para protegerla y evitar que quedara sumida bajo las aguas del embalse de Ricobayo.

El proyecto propone un nuevo modelo de gestión del edificio, que permita una mejor organización de la afluencia de visitas. Para lograrlo, se ha propuesto la creación de un espacio que funcione como centro de recepción de visitantes, integrado en el entorno del edificio, que sirva para ordenar el acceso a la iglesia y facilite un área expositiva, donde poder mostrar las piezas y elementos históricos que, actualmente, atesora el templo.

Asimismo, la intervención en la Iglesia San Pedro de la Nave incluye medidas para la conservación del edificio. Para ello, también se ha instalado el MHS que, en este caso concreto, servirá para controlar los parámetros ambientales, mediante la instalación de sensores para registrar las condiciones de temperatura y humedad relativa del edificio. Los datos obtenidos sirven para redactar propuestas de intervención.

Igualmente, una Mesa de Trabajo debate aspectos como el sistema de iluminación, adecuado a las características de la iglesia, ya que carece de instalación eléctrica por lo que la única iluminación procede de la luz natural que penetra por las saeteras y que, en ocasiones, resulta insuficiente. 

Las imágenes de este artículo han sido realizadas por Justino Díez y Marce Alonso.

 
 
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