Durante 30 meses (diciembre de 2022-mayo de 2025), el proyecto SRI-Enact ha trabajado para involucrar a las partes interesadas a nivel nacional y de la UE para cocrear herramientas y servicios que faciliten la adopción del indicador de preparación inteligente (SRI). Una vez finalizado el proyecto, el consorcio ha publicado un informe con los resultados obtenidos, entre los que destacan la adaptabilidad a los contextos nacionales y la participación activa de diversas entidades públicas y privadas.

El proyecto SRI-Enact, financiado a través del programa LIFE de la Unión Europea, ha tenido el objetivo de optimizar la eficiencia de los edificios inteligentes por medio de herramientas digitales, módulos de capacitación y con la colaboración de actores clave relacionados con el sector edificatorio.
Su estrategia se ha centrado en un enfoque colaborativo, que permite ajustar la implementación a las realidades específicas de cada país. Para cumplir con sus objetivos, SRI-Enact ha diseñado recursos digitales personalizados, materiales de formación y ha promovido actividades para involucrar a profesionales, instituciones y responsables políticos. La adecuada transferencia de conocimiento y la generación de alianzas sostenibles han facilitado la puesta en práctica de este modelo en diferentes territorios europeos.

Desde su inicio, SRI-Enact ha evaluado más de 1.200 edificios en ocho países, ha certificado a 160 profesionales como auditores de SRI y ha superado los 2.000 asistentes en eventos formativos, talleres y webinars. Los resultados obtenidos reflejan una intensa labor de intercambio y diálogo multisectorial, en la que han participado representantes institucionales, académicos y del mercado. Además, el proyecto ha puesto a disposición metodologías personalizadas, herramientas digitales específicas para el análisis y la toma de decisiones, y ha elaborado recomendaciones para la futura replicación a nivel europeo.
Metodología y herramientas digitales para implementar el SRI
El desarrollo de SRI-Enact comenzó con la creación de una metodología ajustada a las particularidades nacionales. Este enfoque permitió que los diferentes países involucrados adaptaran el sistema a sus normativas y prácticas reguladoras. Como parte de este proceso, el análisis de las metodologías existentes y las herramientas para calcular la puntuación del indicador de preparación para edificios inteligentes fue exhaustivo, contemplando tanto aspectos técnicos como financieros, sociales, de privacidad y de interoperabilidad de los edificios inteligentes.

Una de las piezas fundamentales fue la constitución de grupos de interlocución nacionales, donde se logró reunir a más de 100 actores clave de los tres sectores: institucional, académico y de mercado. A través de talleres de cocreación y entrevistas individuales, se consolidaron las bases para un sistema ágil, adaptativo y enfocado en los desafíos identificados. Este proceso participativo permitió ajustar continuamente las metodologías nacionales gracias a la retroalimentación en pruebas piloto y eventos dedicados a políticas públicas.
Por otro lado, SRI-Enact se centró en el diseño y el desarrollo de un kit de herramientas digitales, compuesto por una herramienta web de evaluación y una herramienta dedicada en la toma de decisiones informadas relacionadas con la modernización de edificaciones. Adaptables a distintos contextos, estos recursos están al servicio tanto de profesionales certificados como de usuarios interesados en mejorar la eficiencia energética de los edificios.

En el marco del proyecto, también se ha elaborado una guía práctica y módulos de capacitación dirigidos a auditores de SRI. Gracias a estos recursos, los participantes han conseguido certificar sus competencias para evaluar el grado de inteligencia de los edificios en sus respectivos países, facilitando así una implementación más homogénea y fiable a nivel continental.
Adopción del SRI en los países piloto
Más de 1.200 edificios de distintas tipologías fueron evaluados en ocho países participantes: Austria, Bulgaria, Croacia, España, Grecia, Letonia, República Checa y Rumanía, para recopilar datos sobre eficiencia energética, integración de tecnologías inteligentes e interacción con la red. Las pruebas piloto han sido claves para validar la efectividad de la metodología e identificar áreas de mejora. El seguimiento detallado de estos ensayos permitió constatar la utilidad, facilidad de uso y aceptación del conjunto de herramientas propuestas por el proyecto.

En lo que respecta a la adopción del SRI, la situación varía según el país. Bulgaria lidera con una puntuación media del 35,3%, situándose por delante de otras naciones como España (26,41%) y Rumanía (25,88%). Por el contrario, Croacia presenta la media más baja, del 9,58%, mientras que Austria (22,67%), República Checa (20,56%), Letonia (18,59%) y Grecia (11,18%) reflejan niveles intermedios y bajos de implantación de tecnologías inteligentes en edificios.
Uno de los elementos más innovadores del proyecto ha sido la integración de mecanismos financieros y modelos de negocio orientados a apoyar el despliegue del SRI. Se han elaborado recomendaciones políticas, propuestas de buenas prácticas y directrices para la réplica de esta experiencia en diferentes realidades regionales. Asimismo, los acuerdos de colaboración firmados con agentes locales han sido clave para garantizar la sostenibilidad del trabajo realizado más allá de la finalización oficial del proyecto.

La difusión del conocimiento y la consolidación de alianzas han ocupado un papel central en todo el proceso. Mediante la organización de webinars, eventos presenciales y la participación en encuentros internacionales especializados, se ha conseguido trasladar los resultados y aprendizajes a una amplia comunidad profesional. El proyecto SRI-Enact ha prestado especial atención a la comunicación estratégica, coordinando acciones conjuntas con otros proyectos europeos centrados en la promoción del SRI dentro del consorcio denominado SRI Clúster.
El proyecto ha logrado consolidar un marco de cooperación multisectorial donde la evidencia práctica, la capacitación especializada y el intercambio de experiencias refuerzan los cimientos para una transición hacia edificios más inteligentes, resilientes y eficientes en el conjunto del continente europeo. Este trabajo sienta las bases para la continuidad de las acciones, facilitando la escalabilidad y la replicabilidad del SRI en nuevos contextos geográficos y regulatorios.