Proyecto europeo BECA

Aproximación para la Conservación Europea Equilibrada, BECA (de sus siglas en inglés) es el nombre que recibe un proyecto europeo que se basa en utilizar las TIC con el fin de reducir el consumo energético en las viviendas sociales europeas. Para reducir sustancialmente los picos de consumo y la demanda de energía y de agua en las viviendas sociales de la Unión Europea, el proyecto BECA ha desarrollado un programa de servicios y soluciones para crear conciencia en el uso y gestión de los recursos. Este equilibrio energético se alcanza no sólo mediante el ahorro en energía (electricidad y gas) y agua, sino también incluyendo otras actividades de concienciación encaminadas al ahorro en toda Europa.

Esta iniciativa, que comenzó en enero de 2011 y tendrá una duración de tres años, se enmarca dentro de la política de apoyo a la competitividad e innovación (CIP, según sus siglas en inglés) y las tecnologías de la comunicación e información (ICT) de la Comisión Europea. Sin embargo, es coordinada por la consultora alemana Empírica, al igual que los proyectos Esesh y SmartSpaces, similares a BECA.

Estos tres proyectos persiguen los objetivos 20-20-20 establecidos por la Unión Europea y recogidos en la Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, para reducir un 20% los gases de efecto invernadero a niveles por debajo de 1990, otro 20% en la energía primaria y consumir un 20% de energía procedente de recursos renovables.

 

Cada proyecto cuenta con una serie de “pilot sites” o “espacios piloto” repartidos por distintas ciudades europeas, formados por edificios inteligentes o automatizados para el control del consumo energético. En el caso del proyecto BECA, éste engloba más de 5.000 viviendas sociales distribuidas por siete “espacios piloto” de distintas ciudades europeas: Örebro (Suecia), Darmstadt (Alemania), Havírov (República Checa), Torino (Italia), Belgrado (Serbia), Ruse (Bulgaria) y Manresa (España). Todo ellos han funcionado durante al menos 14 meses y los que obtengan resultados más destacados, sus soluciones servirán de ejemplo para los otros.

Para conseguir los objetivos del proyecto BECA, cada inquilino debe controlar su consumo energético mediante servicios basados en las TIC que consisten en la monitorización y control de la generación de energía local. Los requisitos del servicio serán investigados con inquilinos y personal, y los prototipos de servicios basados en casos de uso iniciales serán objeto para la evaluación de los usuarios en los primeros años del proyecto.

El Consorcio BECA está liderado por proveedores de vivienda social, autoridades públicas, suministradores de electricidad, contadores inteligentes, edificios y hogares automatizados, actores internacionales en las redes de edificios y portales online para residentes. Todo ellos trabajan con consultores locales y asesores especializados para llevar a cabo todos los pasos para la implementación de los servicios en los distintos pilot sites europeos.

Además de la coordinación de la consultora Empirica, también participan las asociaciones DELPHIS (Desarrollo de Estudios para la Vivienda, la Promoción del Hábitat, la Innovación y lo Social, por sus siglas en francés) e IWU (Instituto de la Vivienda y el Medioambiente, por sus siglas en alemán).

Herramientas TIC

El proyecto BECA ha dado como fruto dos tipos de software para la gestión energética de los edificios en los pilot sites. Uno de ellos, RUAS (Servicios de Conocimiento en el Uso de Recursos, de sus siglas en inglés), permite a los inquilinos conocer su consumo de energía y agua en tiempo real. Mediante la monitorización de su propio consumo, los inquilinos ven el impacto de sus acciones diarias en la factura energética, lo que les permite tomar decisiones encaminadas a reducirla.

 

Consiste en un servicio web al cual los inquilinos tienen acceso, dándoles la posibilidad de chequear y guardar documentos de su consumo de energía y agua. Así, pueden comparar los consumos con los de meses y semanas anteriores y poder evaluar el impacto de su comportamiento en las facturas mensuales. Además, las compañías de vivienda tienen a empleados encargados de asesorar a los arrendatarios para enseñarles a manejar la web y darles consejos para reducir el consumo y las facturas.

Otra herramienta es el RMS (Servicios de Gestión de Recursos, de sus siglas en inglés) que incluye diferentes servicios para los gestores de vivienda y proveedores permitiéndoles monitorizar el consumo energético y los rendimientos de viviendas equipadas con estas prestaciones, todo ello con el fin de mejorar la gestión de energía en el conjunto de viviendas. 

Al igual que el anterior, RMS también se trata de un servicio web donde el gestor del edificio puede ver información puntual sobre el consumo energético. Este feedback directo permite detectar fallos más rápido, evitando malgastar energía y agua, y adoptar acciones correctivas encaminadas a corregir y reducir el consumo. 

RMS es considerada como una herramienta más precisa, con la que es posible sincronizar los radiadores de las viviendas con la calefacción central situada en el sótano del edificio, produciendo la cantidad de energía necesaria para las necesidades de los inquilinos. Algunos pilot sites utilizan RMS para integrar la energía renovable en el mix energético del edificio, ajustando los rendimientos de una caldera de biomasa o coordinando la producción de energía fotovoltaica de acuerdo con las condiciones meteorológicas.

Pilot Site español en Manresa

En España, el Pilot Site de este proyecto se ubica en Manresa (Barcelona), con un total de 108 viviendas distribuidas en tres edificios diferentes con una superficie total de 20.000 m2. Las dimensiones de las viviendas varían de 32 a 75 m2 y el número de personas que habitan cada vivienda varía de una a ocho. Sus inquilinos se caracterizan por ser de mediana edad, muchos de ellos inmigrantes, con bajo acceso a Internet.

Gestionados por la compañía municipal FORUM, donde también participan la consultora de ingeniería CIMNE y el estudio de arquitectura Pich Aguilera, la construcción de estos edificios se realizó entre 2007 y 2011. Los tres han incorporado diseños propios de la eficiencia energética como incremento de insolación o ventilación natural. Cada uno cuenta con instalación de calefacción centralizada, con un sistema termo-solar centralizado y calderas de condensación de baja temperatura.

La instalación centralizada provee a cada vivienda de agua caliente y la medición y control de los equipos se encuentran instalados dentro de “armarios” de distribución situados en las escaleras de los bloques así como dentro de las viviendas. Los termostatos individuales aportan información sobre las temperaturas interiores y sobre el consumo energético instantáneo de cada vivienda.

 
 
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