La elección de sistemas tecnológicos en edificios modernos se ha convertido en un factor estratégico que va más allá de la mera instalación técnica. La empresa Zennio cuenta con dispositivos diseñados para integrarse sin fricciones, garantizar seguridad mediante KNX Secure y facilitar la instalación con herramientas que reducen tiempos y complejidad. Esto permite a instaladores e integradores trabajar con mayor eficiencia, y a arquitectos y promotores proyectar edificios preparados para el futuro desde la fase de diseño.
Los sistemas propietarios destacan por su simplicidad y rapidez de implementación, pero limitan la libertad de elección del fabricante. Si el proveedor modifica sus políticas, actualiza su software o desaparece del mercado, el edificio puede quedar atrapado tecnológicamente, con costes elevados para actualizar o sustituir la instalación. Zennio cuenta con productos que ya incorporan KNX Secure como los actuadores ALLinBOX, MAXinBOX, ShutterBOX Drives o IndustrialBOX; pantallas táctiles Z28, Z35 v3, Z40, Z70 y Z100; y pulsadores Flat 70, Tecla 70 y Soft KNX 55×55.
KNX y los sistemas abiertos como base de la edificación inteligente
Por el contrario, los sistemas abiertos, como el estándar internacional KNX, ofrecen interoperabilidad entre dispositivos de distintos fabricantes y garantizan que el edificio funcione como un ecosistema estable y escalable. Su arquitectura descentralizada permite integrar nuevas soluciones sin necesidad de rehacer la instalación, protegiendo la inversión a largo plazo.
Desde el punto de vista financiero, esta diferencia es significativa: los edificios con estándares abiertos pueden actualizarse y escalarse sin comprometer el presupuesto, mientras que los sistemas propietarios tienen una vida útil tecnológica limitada y costes de mantenimiento más elevados. Para propietarios, operadores y gestores de activos, esto se traduce en seguridad de inversión y mayor capacidad de adaptación a nuevas exigencias energéticas y de confort.
En un contexto donde la eficiencia, digitalización y criterios ESG definen la competitividad inmobiliaria, optar por tecnologías abiertas deja de ser una preferencia técnica para convertirse en una decisión estratégica. De acuerdo con Zennio, los edificios del futuro deberán ser flexibles, evolucionar con sus usuarios e integrarse con sistemas aún por desarrollar, algo que solo los estándares abiertos pueden garantizar de manera viable y asequible.
La clave para el sector ya no es elegir la tecnología más avanzada hoy, sino aquella capaz de mantenerse relevante en los próximos diez o veinte años. En ese horizonte, los sistemas abiertos emergen como la opción que asegura sostenibilidad, innovación y adaptabilidad tecnológica.
