El ‘Plan de acción para conectar a la humanidad’, publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UTI, por sus siglas en inglés) y la Comisión de Comunicaciones, Espacio y Tecnología (CST) del Reino de Arabia Saudita, desvela que para obtener una conectividad universal y efectiva a Internet en 2030 podría requerir una inversión de entre 2,6 y 2,8 billones de dólares a precios actuales. El componente de inversión más importante, de 1,5 billones a 1,7 billones de dólares, se necesita para la infraestructura física, junto con una financiación sustancial para la capacidad humana e institucional, principalmente en los países en desarrollo.
El informe describe los retos, los costes estimados y las estrategias de colaboración necesarias para garantizar que todas las personas, en cualquier lugar, tengan acceso a Internet, incluida la tercera parte de la población que actualmente se calcula permanece desconectada.
La UTI estima que 2.600 millones de personas siguen excluidas del mundo digital, y que la conectividad está estrechamente vinculada a los niveles de desarrollo socioeconómico. En 2024, se estima que el 93% de la población de los países de ingresos altos utilizaba Internet, frente a solo el 27% en los países de ingresos bajos.
Principales costes de la conectividad
Los principales costes destacados en el informe incluyen la infraestructura digital (1,5 billones a 1,7 billones de dólares), con el despliegue de redes de fibra en zonas urbanas y sus alrededores, redes inalámbricas fijas 4G en zonas rurales y satélites en los lugares más remotos.
La asequibilidad supondría un coste de 983.000 millones de dólares, destinado a reducir el coste de los teléfonos inteligentes y de los servicios de banda ancha, tanto fijos como móviles. Esto es fundamental para que las personas y los hogares de todo el mundo, especialmente los de las regiones de bajos ingresos, puedan permitirse conectarse y mantenerse online.
Una inversión de 152.000 millones de dólares sería para las competencias digitales. Según el informe, la conectividad por sí sola no es suficiente, las personas deben tener las competencias necesarias para utilizar Internet eficazmente. Por último, la modernización del reglamento y la creación de entornos políticos costaría 600 millones de dólares. Si bien esto representa el componente de coste más pequeño, frena la transformación digital y mantiene las otras brechas.
Recomendaciones para acelerar la inclusión digital a nivel mundial
Como se destaca en el ‘Plan de acción para conectar a la humanidad’, los avances mundiales en materia de conectividad han sido desiguales, y los 46 países menos adelantados del mundo han quedado muy rezagados debido a los obstáculos financieros, los conocimientos técnicos limitados y la falta de fiabilidad de la infraestructura.
El informe concluye con recomendaciones para acelerar la inclusión digital en todo el mundo, incluida la utilización de las escuelas como puertas de acceso a Internet, la inversión en infraestructura energética en África y la mejora de la recopilación de datos a nivel subnacional.