En el marco de Casa Decor 2025, el especialista en material eléctrico y referente en diseño de iluminación Simon organizó el pasado 7 de mayo la jornada ‘Iluminar para habitar’ para reflexionar sobre el valor transformador de la luz en los espacios contemporáneos. En el encuentro se reunieron algunos de los nombres más destacados del diseño y la arquitectura de interiores.
La mesa contó con la participación de representantes de cuatro reconocidos estudios: Ramón Esteve Studio, CuldeSac, S de Studio y Zooco Estudio. A través de sus experiencias en los espacios que Simon ha iluminado este año en Casa Decor: Gruta, Siluetas, Sic Parvis Magna y La forma del agua, respectivamente, los ponentes compartieron ideas, aprendizajes y perspectivas sobre cómo la iluminación puede narrar, emocionar y habitar.
Uno de los temas centrales ha sido cómo una iluminación bien diseñada puede cambiar radicalmente la percepción de un espacio y el estado emocional de quienes lo habitan. La luz ha sido definida como parte esencial de la identidad de un proyecto, capaz de transformar materiales, sugerir emociones y generar ambientes acogedores.
Según Borja Berna, de CuldeSac, la iluminación afecta a la sensibilidad de las personas y de los espacios, ya que no es solo funcional o emocional sino que es parte de su identidad. Por su parte, Sixto Martín y Miguel Crespo, de Zooco Estudio, insistieron en la necesidad de jerarquizar con luz, evitando ‘parrillas’ convencionales, ya que cada punto de luz debe tener un propósito, y destacaron su papel en la definición de recorridos, acentos y zonas clave.
Kathia y Paola Hexel, de S de Studio, defendieron la iluminación como elemento clave para generar bienestar; mientras que Carol Ugarte, de Ramón Esteve Studio, explicó cómo la luz dialoga con los materiales.
Integración de la luz natural y artificial en los espacios domésticos
Otro eje de la mesa ha sido la integración entre luz natural y artificial, especialmente en espacios domésticos. Los ponentes coincidieron en la importancia de diseñar entornos que respeten los ritmos circadianos y permitan ajustar la luz a cada momento del día, favoreciendo el descanso, el dinamismo o la concentración.
Las ideas clave han sido que la tecnología debe estar al servicio del bienestar, al tiempo que la iluminación puede ser dinámica, interactiva y generar experiencias. Asimismo, jugar con intensidades y temperaturas lumínicas acompaña al usuario en su día a día y mejora su calidad de vida.
También se ha destacado la necesidad de simplificar las soluciones tecnológicas para que sean accesibles, intuitivas y sostenibles. La luz, entendida como experiencia, debe ser fácil de controlar y adaptable a distintos usos y momentos.
Construcción de identidad de marca mediante la iluminación
Además del plano emocional y funcional, la conversación ha abordado la iluminación como un recurso estratégico para construir una identidad de marca. Se hizo hincapié en el quinto plano, es decir el techo, que cobra tanta importancia como el suelo o los revestimientos de pared. Ahí es donde se ve un avance fundamental en la iluminación, ya que se empieza a tratarla como un elemento arquitectónico esencial y no como un accesorio.
Todos los participantes coincidieron en que Simon ofrece una fusión equilibrada entre diseño, innovación y facilidad de uso. “La variedad de mecanismos, acabados y soluciones acompaña perfectamente el diseño estético de nuestros proyectos”, señaló Paola Hexel. Borja Berna valoró la propuesta de Simon como “una fusión óptima entre tecnología y diseño”, mientras que desde Zooco se destacó la confianza que ofrece la marca, “te acompaña, te ayuda, y eso da garantías”.
En cuanto a las tendencias, todos apuntaron hacia un diseño centrado en la experiencia del usuario, donde los espacios están diseñados para ser habitados, sentidos y vividos. Y en ese proceso, la luz es protagonista.
La jornada concluyó con una idea clara: la iluminación es mucho más que un elemento técnico. Es una herramienta narrativa, sensorial y emocional, que cuando se diseña con intención, puede transformar no solo los espacios, sino también a quienes los habitan.