Los comercios minoristas pueden aprovecharse de las nuevas tecnologías para ofrecer un mayor confort a los clientes, al tiempo que se mejora la productividad y se amplían los márgenes de beneficios. El proyecto europeo Micro Market Experience (MiMEX) ha desarrollado una solución compuesta por estantes y espacios inteligentes conectados, basados en inteligencia artificial (IA).
Con un presupuesto de 2.881.125 euros, de los cuales 2.194.912 euros están financiados por el programa de investigación Horizonte 2020 de la Comisión Europea, el proyecto MiMEX surgió a raíz de la necesidad de mantener la seguridad y el distanciamiento social durante la pandemia del COVID-19.
En base a esto, el consorcio, compuesto por cuatro entidades procedentes de Italia, Turquía y España, propuso la automatización de los controles de distanciamiento social de acuerdo con los protocolos de seguridad regionales que explotan algoritmos de aprendizaje profundo y sensores de bajo costo para cumplir con los requisitos de elección y disponibilidad del producto. En este proyecto, liderado por Spindox Labs (Italia), la participación española estaba representada por la compañía Metrica6 Ingeniería y Desarrollos.
Con un plazo de ejecución de dos años (diciembre de 2020-noviembre de 2022), el proyecto MiMEX ha conseguido desarrollar una solución de micromercado de hardware y software que, al mismo tiempo, monitoriza la seguridad de los compradores, rastrea los productos demandados por los clientes en tiempo real dentro de una tienda y facilita el pago inteligente y seguro con sistemas de prepago.
Contenedores con estantes inteligentes
El micromercado propuesto por MiMEX tiene un tamaño de entre 30 y 80 metros cuadrados y puede estar compuesto por uno o más contenedores. Gracias a su tamaño, se pueden ubicar en multitud de espacios, como en centros comerciales, aeropuertos, etc. En el interior, el contenedor está equipado por estantes que integran tecnología inteligente.
Los estantes del contenedor combinan dos tecnologías. La primera está vinculada a un sensor de peso integrado en la propia balda, mientras que la otra tecnología es una cámara de televisión de estantes. Esta solución combinada se denomina Smart Shelf.
Con ayuda de la inteligencia artificial, cada vez que un cliente retira un producto del estante se genera un evento administrado por la IA que determina el producto correcto que se debe agregar en el carrito virtual del cliente.
A su vez, el estante cuenta con luces LED, cuya función es resaltar el producto subyacente para aumentar las posibilidades de vender un 35% más. MiMEX también ha desarrollado un panel electrónico que permite a los gestores del establecimiento controlar algunos eventos especiales, como existencias agotadas o recibir notificaciones de un mal funcionamiento del sistema de pesaje.
Sistema de seguimiento de usuarios
Perder el rastro de una persona o confundir a dos compradores dará como resultado un cálculo incorrecto de los productos seleccionados por cada comprador. Por eso, la solución MiMEX requiere de un seguimiento continuo de los usuarios/compradores para su correcto funcionamiento. Para ello, el consorcio ha creado un sistema de seguimiento de personas que identifica a cada usuario desde el momento que entra en el micromercado hasta que lo abandona.
Dicho sistema se compone de cuatro cámaras sincronizadas, ubicadas en las cuatro esquinas del área comercial de MiMEX, y de una unidad de procesamiento con cinco puertos ethernet que se utilizan para recopilar las imágenes de las cámaras y retransmitirlas.
Para realizar las compras en estos micromercados inteligentes, los usuarios tienen que identificarse en el área de facturación a través de la aplicación dedicada cuando acceden a la tienda. Dentro de la zona comercial, el cliente selecciona los productos de los estantes, como lo haría en cualquier otra tienda de autoservicio. Los productos seleccionados se agregan automáticamente a su carrito de compra digital, ya que estos productos se han registrado a través de los sensores y las cámaras alimentados por la inteligencia artificial.
Tras finalizar la compra, el pago se procesa digitalmente a través de la aplicación sin necesidad de un cajero, en el área de pago. Este sistema de pago agiliza las compras y evita una aglomeración de personas esperando a ser atendidas en los puntos de las cajas.
Entre los beneficios que proporciona el sistema automático de este micromercado, destacan una compra rápida y sencilla, una mejor gestión de las existencias (gracias a los sensores de las estanterías), protección contra hurtos (a través de la identificación del comprador) y optimización automatizada de aspectos como la iluminación, la calefacción y la refrigeración.
Bancos de pruebas del micromercado
La Universidad de Málaga (España), las instalaciones de la Fundación Bruno Kessler en Trento (Italia), y el centro comercial dentro de Trump Towers en Estambul (Turquía) han sido bancos de pruebas, donde el proyecto MiMEX ha tenido la oportunidad de comprobar la efectividad del micromercado.
Los resultados de las pruebas piloto revelaron la buena acogida por parte de los usuarios que pudieron probar el micromercado. Además, los usuarios proporcionaron comentarios a los investigadores con el fin de seguir mejorando esta tecnología.
Por otro lado, el consorcio tuvo la oportunidad de poder mostrar el sistema a los clientes potenciales del sector minorista, dando como resultado conversaciones sobre posibles colaboraciones comerciales.