D-LINK incluye discos duros de 1 y 2 Terabytes en su sistema de almacenamiento DNS-323.

D-Link acaba de anunciar la inclusión en su portafolio de network storage de dos nuevos bundles que incluyen discos duros de 1 y 2 Terabytes respectivamente y que vienen ya instalados en la potente solución NAS de dos bahías DNS-323 de D-Link, lo que supone ampliar las posibilidades de este equipo y cubrir la demanda de los usuarios con mayores necesidades de almacenamiento.

Para simplificar al máximo la experiencia de usuario, los nuevos discos vienen preinstalados y preformateados por la propia D-Link, con lo que sólo es necesario abrir la caja y comenzar a trabajar y, además, con la garantía de funcionamiento del propio fabricante del dispositivo.

“Nos consta que los clientes demandan productos de alto rendimiento pero que no impliquen invertir mucho tiempo en su puesta en marcha”, comenta Xavier Campos, Product Manager de

D-Link Iberia. “Con esta solución de almacenamiento lista para funcionar, estamos respondiendo a esta necesidad, ya que este equipo de almacenamiento en red de alta capacidad permite compartir, almacenar y salvar archivos valiosos de forma sencilla y desde el primero momento”.

Las nuevas referencias DNS-323-1TB y DNS-323-2TB en versiones de 1TB y 2TB respectivamente, están preconfigurados como discos independientes y, una vez instalado, el DNS-323 de 1TB ó 2TB, permite compartir o archivar de forma muy sencilla archivos de música, fotos y videos en red. Incluso, la música se puede reproducir directamente desde la propia unidad de almacenamiento, gracias al servidor iTunes® que incorpora y además soporte de cliente Bittorrent funcionando independientemente del ordenador. También es posible contar con un servidor de medios UPnP AV para realizar streamming de contenidos para otros reproductores de video y música compatibles y con un servidor FTP también incorporado que permite el acceso remoto a los archivos vía Internet, en cualquier momento y lugar.

Incluso, el DNS-323-2TB puede ser reconfigurado con un arranque en RAID 1 de modo que los datos sean automáticamente duplicados de un disco al otro, de modo que si un disco duro fallara, es posible acceder a los archivos más valiosos a través del segundo disco, lo que supone la total redundancia de archivos y datos y la tranquilidad total del usuario.

 
 
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