Los robots domesticos ¿criados o amigos?

Cye lleva el desyuno al sillon.

El «perro AIBO» de Sony.

los robots domésticos que hace un par de decadas parteneían a las peliculas
de ciencia ficción parecen estar más cerca de nuestras vidas cotidianas. Pero
¿para que los queremos? ¿para traernos el desayuno y pasar la aspiradora o para
tener un amigo con quien compartir el tiempo libre? Durante el ultimo año han
salido al mercado dos robots de uso domestico, cada uno dando una propuesta
de lo que puede ser el futuro. La empresa Estadounidense «Probotics» ha sacado
al mercado lo que ellos llaman «el primer robot para uso domestico y de oficina
que es economicamente asequible» y la famosa empresa japoness «Sony» ha lanzado
ya la segunda versión de su perro robot.

Mientras que un robot industrial se diseña para realizar una tarea muy concreta
y limitada y normalmente para el trabajo en fabrica, un robot personal se tiene
que diseñar para tareas complejos en un ambiente menos organizado. Cye es un
pequeño robot, casí como un coche de juguete que se controla normalmente a través
del simple interface gráfico de cualquier PC. Parece ser pensado para el tecnócrata
curioso con habilidades en el uso del PC. Y puede ser una opción adecuada para
aquellos que buscan una solución barata o los que quieren aprender y a la vez
presumir en el hogar o en la oficina. Por supuesto un robot como este puede
ser útil para la vida diaria pero parece que tiene más de diseño que una función
simple y útil, porque no es capaz de hacer las cosas que a lo mejor uno puede
desear más que nada como hacer la cama o planchar.

Un producto que tecnológicamente es parecido pero con una función casí opuesta
es AIBO, un robot metálico de Sony en forma de perro. La diferencia mayor entre
AIBO y otros robots es su autonomía. Tiene sus propias emociones e instintos,
y puede aprender y madurar. AIBO expresa sus emociones, y puede cambiar sus
propios modelos de comportamiento a través del contacto con las personas. AIBO
le encanta jugar, y aporta una riqueza a las vidas de la gente que solamente
un buen compañero puede proporcionar. AIBO puede expresar emociones tales como
la alegría, la tristeza, y la cólera mientras que juega o se comuníca con nosotros.
Se expresa a través de movimientos, sonido, e iluminandose encima de sus ojos.
Finalmente, en cuanto al modo de funcionamiento, AIBO puede realizar toda clase
de trucos, pudiéndos controlar muchos de sus movimientos, acciones básicas tales
como el movimiento adelante o hacia atrás y el darse la vuelta, o acciones más
avanzadas tales como golpear con el pie, coger cosas con su boca, y soltarlas.

De la primera versión que Sony saco en 1999 de su robot AIBO, se recibieron
135.000 pedidos, ¡pero solo habían fabricado 15.000 ejemplares! Desde ahora,
sin embargo, no habrá límite en el número de los unidades de AIBO disponibles.
Sony planea fabricar todas las robots de «AIBO» que se solicitan.

AIBO fue desarrollado con el objetivo de crear un robot que pudiese coexistir
con las personas, y abre posibilidades ilimitadas a la interacción con los seres
humanos. Pero si ya tienes perro, o no te gustan, el CYE es, sin duda, una mejor
opción.

 
 
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