La interfaz de usuario comunica a las personas con las máquinas, ordenadores, dispositivos inteligentes, edificios conectados, etc., para interactuar con ellos en una comunicación bidireccional, con el fin de ejecutar determinadas acciones. Las principales áreas que gestionan las interfaces de usuario son: automatización y control, seguridad, datos o multimedia. Existen dos tipos de interfaz de usuario: las gráficas, que se visualizan desde un teléfono móvil, ordenador, tablet, panel central, centralita, etc.; y las de voz, a través de sencillos comandos de voz utilizando los asistentes virtuales. Los usuarios pueden ordenar a los sistemas domóticos la ejecución de diferentes acciones como, por ejemplo, activación/desactivación de los dispositivos, encendido de luces, creación de escenas, visionado de información relativa a los sistemas, etc.

La mayoría de los dispositivos disponen de una interfaz de usuario personalizable para adaptarse a las necesidades de cada instalación y a las preferencias de los consumidores. En las interfaces de usuario se puede visionar una amplia información recopilada por los diferentes dispositivos inteligentes como sensores, medidores, bus o controladores, etc., a través de gráficas o históricos que permiten conocer el consumo energético, el tiempo de uso o de inactividad, dispositivos conectados, fallos del sistema, etc. Con la interfaz de usuario, los consumidores tendrán un mayor control en sus dispositivos gestionando su uso, el consumo energético y las acciones a realizar, entre otras funcionalidades.