El envejecimiento demográfico y el aumento en la demanda de cuidados de larga duración motivan el desarrollo de tecnologías de vida activa asistida (AAL) con cámaras y sensores de vídeo. Sin embargo, cuestiones como la privacidad, la confianza y la gestión de datos personales influyen directamente en la aceptación de estas soluciones visuales tanto por parte de los usuarios como de los profesionales sanitarios. En este contexto, el proyecto visuAAL ha investigado la comprensión y sensibilización acerca de los retos éticos, legales, sociales y de privacidad necesarios para aplicar los sistemas visuales en distintos contextos, adaptando la tecnología a las necesidades y expectativas de las personas usuarias.
El proyecto visuAAL se ha centrado en fomentar el análisis social y técnico sobre la aceptación y uso de servicios de vida activa asistida basados en vídeo, así como en el desarrollo de tecnologías que respeten la privacidad y proporcionen confianza a quienes las utilizan. La aceptación, confianza y percepción de privacidad en tecnologías AAL basadas en vídeo representan factores clave y a la vez retos que determinan el éxito de su integración en la vida cotidiana.
Privacidad de los usuarios en las tecnologías basadas en vídeo
La investigación del proyecto visuAAL destaca que la privacidad se concibe comúnmente como una preocupación ante la vigilancia constante y la posibilidad de invasión del espacio personal. Temas como la sensibilidad de los datos recolectados y el riesgo de uso indebido también alimentan las reservas de los potenciales usuarios.
El control de la privacidad implica la regulación constante de los propios límites por parte de la persona, adaptando su exposición según normas culturales, contexto ambiental y características individuales. Factores como la personalidad, la confianza y el entorno inmediato modifican la manera en que los usuarios valoran la privacidad frente a las ventajas de estas tecnologías.
Un aspecto relevante que destaca visuAAL es la llamada ‘paradoja de la privacidad’. Si bien son habituales las manifestaciones de preocupación por el tema, estas no siempre se traducen en comportamientos restrictivos. Es decir, las personas pueden expresar inquietud por la privacidad, pero aceptar sacrificios en función de beneficios percibidos, como la seguridad o la autonomía.
La accesibilidad de la tecnología ocupa un papel importante, así como la fortaleza de las actitudes personales ante la misma. Por eso, tanto el contexto particular del usuario como sus experiencias previas afectan a su decisión de uso y su grado de preocupación. Asimismo, la diversidad existente entre los propios usuarios, en términos de habilidades, preferencias y necesidades, demanda enfoques flexibles y adaptados al evaluar impactos y definir estrategias de protección de la privacidad en implementaciones reales.
Factores psicológicos y sociales para aceptar las tecnologías AAL
Para conocer el grado de aceptación o rechazo de las tecnologías AAL, se recurren a modelos teóricos como el Modelo de Aceptación Tecnológica (TAM), que subraya la importancia de la utilidad percibida y la facilidad de uso. Los mecanismos usuales para entender la aceptación de nuevas tecnologías no siempre capturan la complejidad de las personas mayores. Los modelos adaptados que contemplan variables como la actitud frente al uso, la presión social o las creencias personales han logrado explicar hasta el 69% de la intención de adopción. La percepción de seguridad y la privacidad emergen como factores clave en estos procesos.
Según algunos estudios, hasta un 70% de usuarios considera que la mejora de la seguridad y de la autonomía es fundamental para decidirse por estos sistemas, aunque valoran también la privacidad y el control sobre la información personal.
Otro aspecto relevante es la facilidad de uso. Sistemas complejos o poco intuitivos pueden limitar su adopción, especialmente entre quienes no tienen afinidad con la tecnología. De hecho, más del 40% de los usuarios potenciales manifiestan dificultad a la hora de entender el funcionamiento de las herramientas basadas en inteligencia artificial (IA), lo que resalta la necesidad de interfaces sencillas y procesos de capacitación adecuados.
Según la investigación de visuAAL, la principal barrera que limita la implementación de tecnologías AAL con vídeo es la privacidad. Muchos usuarios temen la vigilancia constante y el riesgo de acceso no autorizado a sus datos. Este aspecto afecta tanto a la confianza en el sistema como a la decisión de integrarlo de forma permanente en el hogar.
Para responder a estas inquietudes, los desarrolladores han introducido mecanismos como el difuminado de imágenes, la elección de zonas y horarios de monitorización, y principios de privacidad por diseño. A pesar de estas medidas, la intención de uso sigue siendo cautelosa. Un 62% de personas que requieren asistencia expresa dudas sobre la seguridad y el destino de la información recopilada.
Confianza entre usuarios y dispositivos
Asimismo, la confianza es un pilar fundamental en la relación entre usuarios y tecnologías AAL. La transparencia en el funcionamiento del sistema y en la gestión de información personal resulta esencial para generar credibilidad. Se observa que cuando hay claridad sobre quién tiene acceso a los datos y cómo se protegen, la predisposición a utilizar estos sistemas aumenta notablemente.
Por otro lado, variables como la edad, el género y el grado de familiaridad con herramientas digitales modifican la percepción de seguridad y la disposición a confiar en soluciones AAL. Personas de mayor edad o aquellas que conviven solas suelen mostrar una actitud más favorable frente a la monitorización, por el valor añadido de seguridad y acompañamiento que perciben.
Hay que tener en cuenta que situaciones de vigilancia continua, alarmas frecuentes o mal diseñadas y la falta de opciones de personalización ocasionan sensación de invasión y pueden desencadenar el abandono del sistema. La atención a las características individuales, el contexto y la evolución de las expectativas resulta fundamental para ajustar la tecnología a las necesidades reales.
Consideraciones para el desarrollo de nuevos sistemas AAL
Para el desarrollo de tecnologías AAL basadas en vídeo, visuAAL considera que es importante no caer en generalizaciones o estigmatizaciones sobre las personas mayores. Se recomienda aplicar enfoques interseccionales y reconocer la diversidad dentro de esta población, adaptando el diseño y la evaluación a diferentes perfiles y capacidades.
El proceso de validación debería incluir tanto métodos exploratorios como confirmatorios, fundamentados en teorías consistentes que permitan contrastar hipótesis y modelos. Además, la proximidad directa de los usuarios con los dispositivos, durante la fase de pruebas y diseño, es fundamental, para garantizar resultados relevantes y ajustados a las verdaderas necesidades de los destinatarios.
Finalmente, la colaboración entre especialistas técnicos, sociales y legales es esencial para abordar los desafíos éticos, normativos y prácticos asociados a estas tecnologías. Así, el desarrollo de sistemas AAL podrá orientarse de forma más responsable y sostenible, integrando las perspectivas y preocupaciones de todos los grupos involucrados.