Los investigadores del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (Kaist) han desarrollado un sistema de monitorización inalámbrico autoalimentado, capaz de medir periódicamente la concentración de dióxido de carbono mediante la recolección de energía de microvibración del entorno.

Actualmente, la mayoría de los sistemas de monitorización de dióxido de carbono (CO2) existentes dependen de baterías o de alimentación por cable, lo que limita su instalación y mantenimiento. Para solucionar este problema, el equipo de investigación desarrolló un sistema inalámbrico de monitorización de dióxido de carbono autoalimentado que puede funcionar sin alimentación externa.
El núcleo de este sistema es un nanogenerador triboeléctrico impulsado por inercia (TENG), que convierte las vibraciones de amplitud de 20–4000 μm y un rango de frecuencia de 0–300 Hz generadas por otros sistemas, e incluso de una tubería industrial, en electricidad. Esto permite medir periódicamente las concentraciones de dióxido de carbono y transmitirlas de forma inalámbrica sin batería.
Alimentación de un sensor de CO2
El equipo de investigación combinó un resorte elástico con un nanogenerador triboeléctrico inercial de cuatro capas apiladas para amplificar microvibraciones e inducir fenómenos de resonancia, generando con éxito 0,5 mW de potencia de forma estable en condiciones de 13 Hz y 0,56 g de aceleración. La potencia producida se utilizó para operar un sensor de dióxido de carbono y un sistema de comunicación bluetooth de bajo consumo.
Gracias a este nuevo sistema, se puede medir las concentraciones de dióxido de carbono en tiempo real y transmitirlas de forma inalámbrica sin necesidad de energía externa, lo que abre nuevas posibilidades para la tecnología de monitorización ambiental.