Loxone ha propuesto dos soluciones para que cuando empiecen a bajar las temperaturas en invierno los usuarios no tengan un gasto en energía demasiado elevado. Una de las actuaciones es zonificar el sistema de clima, de modo que asignando a cada habitación o zona una temperatura ideal se evitaría tener zonas sobrecalentadas de forma innecesaria u otras que por su misma orientación necesitan un poco más de temperatura.
Al programar los horarios, se puede hacer también que según el momento del día se demande más calor o menos. Como ejemplo tenemos el baño por la mañana queremos que esté más calentito pero durante el día, si no estamos en casa, no hace falta que se caliente hasta nuestra llegada.
En el caso de las comunidades de vecinos con calefacción central, además de que por ley en 2017 será necesario un contador individual para cada piso, el hecho de separar las zonas representa una fórmula ideal y necesaria para que cada uno pague lo que consume y tenga incentivo a ahorrar.
Otra forma de ayudar a no pagar una factura elevada en calefacción es instalando una caldera de biomasa. Por ejemplo las Fröling pueden integrarse a la Smart Home de Loxone gracias a su propia extensión, de forma que se controla automáticamente demandando más o menos energía dependiendo de nuestros objetivos en temperaturas marcados, del momento del día o de las condiciones climatológicas.