El aumento de la esperanza de vida en España y la baja tasa de la natalidad están causando el envejecimiento de la población, con un porcentaje de personas mayores cada vez superior. Según datos del INE, en 2050, se prevé que el porcentaje de personas mayores de 65 años se sitúe en torno al 30%. Por ello, se hace necesario el desarrollo de productos y servicios que proporcione a este sector de la población una mayor autonomía y para que puedan vivir más tiempo y con una mejor calidad de vida en su propio domicilio.
El proyecto Housgai consiste en el ensayo de nuevos modelos de atención socio-sanitario que permitan a las personas mayores envejecer en su propio domicilio (preferencia de muchos de ellos, según numerosos estudios), integrando aspectos de asistencia socio-sanitaria, rehabilitación, nuevas tecnologías y adecuación del entorno y la integración de servicios asistenciales tecnológicos y no tecnológicos.
Financiado por el Gobierno Vasco, en el marco del Programa Etorgai desarrollado por un consorcio de 14 empresas (entre las que se encuentra TESA), universidades, centros tecnológicos y de investigación, y liderado por Matia Fundazioa, el proyecto Housgai ha contado con una fase evaluación en laboratorio y otra en domicilios supervisados, que ha culminado con una última fase de pruebas en un domicilio real que ha permitido extraer conclusiones para, posteriormente, realizar recomendaciones para la elaboración de políticas públicas.
La novedad de este proyecto radica en que por primera vez confluyen diversas actuaciones: rehabilitación y adaptación de la vivienda, integración de servicios asistenciales, tanto tecnológicos como no tecnológicos, todo ello bajo la perspectiva de un modelo de atención integral a la persona.
Proyecto piloto
Una mujer de 75 años seleccionada para el proyecto entró a vivir en una vivienda piloto situada en Sestao (Vizcaya) después de que se le realizara una valoración integral para conocer su situación de partida en su propio domicilio. Posteriormente se han realizado dos nuevas valoraciones, una al cabo de dos semanas y la otra a los tres meses de que la persona mayor habitara el nuevo domicilio.
Las intervenciones en la vivienda piloto se han realizado tanto en el domicilio como en el entorno, comenzando por la eliminación de las barreras arquitectónicas de acceso al edificio. En el interior, la vivienda se ha reformado y equipado con diferentes servicios de base tecnológica para facilitar su uso por personas mayores con diferentes necesidades en cuanto a movilidad, seguridad y control, entre otros.
Como expertos en seguridad y accesibilidad, TESA ha participado en la rehabilitación y adaptación esta vivienda equipándola con una puerta automática motorizada modelo S1 Noosfera que lleva un cilindro de seguridad TX80 y escudo de alta seguridad E800. La puerta, que cuenta con 3 puntos de cierre independientes automáticos motorizados, se completa con un control de accesos de la serie SMARTair en el exterior que permite a la inquilina de la vivienda abrir la puerta de forma sencilla y sin ningún esfuerzo añadido.
Para el control y seguimiento de los parámetros fisiológicos (peso, tensión, glucosa), se ha implementado y establecido un servicio para el control de estos parámetros monitorizado por un equipo médico que los analiza y orienta para aconsejar a la persona mayor un estilo de vida saludable. También cuenta con un servicio de programación de dietas saludables, planificación de menús semanales modificables en función de las necesidades y gustos.
Y en cuanto al seguimiento de hábitos de comportamiento, se ha dotado al a vivienda de un servicio de vigilancia para la prevención de accidentes, compuesto por sensores de presencia no invasivos para detectar posibles situaciones de riesgo. La información que recogen los sensores va a un servicio de vigilancia, generándose una alarma que avise a familiares y cuidadores ante una caída o accidente. Este servicio también tiene la posibilidad de determinar desviaciones de la conducta y rutina diarias para su posterior interpretación por el profesional de la salud o los cuidadores.
En el ámbito de los servicios no tecnológicos, destacan algunos novedosos como la promoción de hábitos saludables, el seguimiento de hábitos, formación en el uso de nuevas tecnologías, apoyo técnico, servicio de asistencia de 24 horas, etc., además de la integración de otros servicios ya existentes, como es el caso de la ayuda domiciliaria.
Beneficios evaluados
Gracias a la readecuación de la vivienda, la persona mayor ha presentado un aumento en la valoración de su capacidad funcional, confirmando la hipótesis de que en muchas ocasiones es el propio entorno el que limita y vuelve las personas dependientes. Asimismo, su nivel de satisfacción con los servicios de base tecnológica es alto ya que las acciones llevadas a cabo en su vivienda le permiten vivir en su domicilio con una supervisión mínima durante mucho tiempo.
La persona mayor que ha participado en el proyecto ha valorado también de manera muy positiva el seguimiento de parámetros fisiológicos, seguimiento nutricional, de sus hábitos de comportamiento, conducta y de la seguridad en el hogar que se ha realizado a través de los profesionales y de los servicios tecnológicos. Considera que, de esta manera, su salud y seguridad están controladas.
Además, los dispositivos tecnológicos y el seguimiento médico proporcionan tranquilidad a los familiares de la persona mayor ya que les permiten conocer el estado de la vivienda así como el bienestar físico de la anciana. De esta manera, se ha visto disminuido el índice de sobrecarga producido por el cuidado de la persona mayor.