Indra desarrolla un sistema de seguridad perimetral transportable para proteger infraestructuras críticas o centros de refugiados.

Indra ha desarrollado el primer sistema de seguridad perimetral transportable para desplegarse de forma rápida y responder a las exigencias de seguridad de centros de refugiados e infraestructuras críticas emplazadas en puntos remotos. Cuenta con un centro de control portátil desde donde se puede monitorizar el sistema de seguridad.

Este sistema se puede desplegar en un par de horas y puede recogerse posteriormente para utilizarse en un nuevo emplazamiento. Al ser autónomo energéticamente, puede utilizarse en lugares sin suministro eléctrico. La solución cuenta con un centro de control portátil desde el que se monitoriza la información que recogen una serie de sensores desplegados en el área (radar, laser radar o Ladar, sensores acústicos o sensores terrestres). Mediante el uso de brazaletes geolocalizados se puede realizar el seguimiento del personal para garantizar su seguridad.

Como ejemplo de la capacidad de detección que ofrece, el radar puede identificar vehículos que se aproximen a la instalación a una distancia de hasta 6 kilómetros, mientras que los sensores instalados bajo tierra detectan el paso de una persona a 25 metros. Mediante un sistema de cámaras se puede realizar el seguimiento de cualquier incidente.

Un software de detección del comportamiento procesa la información recogida e identifica situaciones de riesgo, como avalanchas de personas, situaciones de pánico o tumultos que supongan un peligro en un campamento de refugiados, que puede llegar a acoger hasta 10.000 personas.

A diferencia de otras soluciones de seguridad perimetral existentes en el mercado, este sistema se puede calibrar y configurar de forma sencilla, tras determinar el área de cobertura, número y localización de accesos del campamento y situaciones de riesgo a identificar.

El desarrollo de esta solución forma parte del proyecto europeo de I+D+i BASYLIS, impulsado por la Comisión Europea bajo el Séptimo Programa Marco y ha contado con un presupuesto de 3 millones de euros y un plazo de ejecución de dos años. Basilys ha superado con éxito las pruebas de campo realizadas a lo largo del último año y está listo para ponerse en servicio. Ha sido validado además por el Centro Nacional de Protección Infraestructuras Críticas (CNPIC) español. Para su diseño, se ha contado con el apoyo de usuarios finales, que abarcan desde ONG hasta operadores de energía.

 
 
Patrocinio Oro
Patrocinio Plata
Patrocinio Bronce
Salir de la versión móvil