Javier Herrero

La proliferación de dispositivos inteligentes con acceso a Internet en los hogares ha hecho replantear a los usuarios la gestión y ampliación de la red doméstica. Javier Herrero, Pre-sales Technical Consultant en TP-LINK Iberia, nos propone algunas soluciones para extender y potenciar la cobertura. 

CASADOMO: Según estudios recientes, los hogares tienen una media de siete dispositivos conectados a Internet y se espera que esta cifra crezca considerablemente en los próximos años, ¿a qué se puede deber este fenómeno?

Javier Herrero: Hoy en día Internet es algo cotidiano, y cualquier dispositivo electrónico ofrece algún tipo de interfaz de conexión de red para convertirlo en plenamente funcional. La proliferación de aparatos electrónicos con capacidad de conexión, como ordenadores, consolas de juegos, teléfonos inteligentes, Smart TVs, tabletas, etc. ha ido aumentando paulatinamente el tamaño de las redes domésticas. Además, las perspectivas a corto plazo vaticinan un crecimiento progresivo, motivado entre otros factores por la implantación del Internet de las Cosas (IoT) y M2M.

CASADOMO: ¿Cómo afecta el creciente número de dispositivos conectados a la red inalámbrica del hogar?, ¿qué tipo de tareas o actividades pueden verse afectadas?

Javier Herrero: El usuario ya no sólo necesita un acceso a Internet que le permita conectarse en cualquier momento del día, sino que además demanda que dicho acceso sea ubicuo y sin cables. Es frecuente que un hogar no disponga de ningún cliente cableado y sí de multitud de dispositivos inalámbricos. Cuando el número de equipos WiFi crece, el funcionamiento de ciertas aplicaciones puede resentirse, especialmente de aquéllas que demandan un mayor ancho de banda (por ejemplo streaming de vídeo en HD) y también de las que son más sensibles al retardo (por ejemplo la VoIP o los juegos en red).

CASADOMO: ¿Qué soluciones existen para ampliar o potenciar la cobertura del hogar?

Javier Herrero: Dependiendo del escenario concreto, existen multitud de opciones. Para pisos estándar, normalmente sería suficiente con sustituir el router WiFi suministrado por el operador de telecomunicaciones, que normalmente es bastante básico, por un router de gama alta con WiFi N de al menos 300Mbps y triple antena de alta ganancia de unos 5dBi. Para viviendas grandes (por ejemplo, pisos de gran superficie) un repetidor WiFi universal sería la opción más sencilla de ampliar la cobertura. Y para construcciones antiguas y/o de varias plantas, el uso de la tecnología PLC (Powerline) complementaria a la WiFi es ideal, pues permite sacar más rendimiento a los puntos de acceso adicionales instalados.

CASADOMO: ¿Qué tipo de usuarios suele demandar soluciones para extender la cobertura inalámbrica?

Javier Herrero: En un entorno doméstico, en el que no existen muchos clientes inalámbricos (10 a lo sumo), la necesidad de extender la cobertura será puramente física. La legislación en la banda de 2,4GHz limita la potencia transmitida por cualquier dispositivo a una P.I.R.E. máxima de 20dBm (equivalen a 100mW), por lo que la cobertura en interiores, con paredes de por medio, se reduce considerablemente. Por tanto, los usuarios con necesidad de extensión de cobertura serán aquéllos con viviendas más extensas, o de construcción más antigua.

CASADOMO: ¿Qué tipo de actividades necesitan un mayor ancho de banda?

Javier Herrero: Sin duda, las aplicaciones más críticas son las de vídeo, ya sea IPTV, vídeo bajo demanda o cualquier otra variante, y en especial si se transmite con Alta Definición (HD). El motivo es que, además del elevado ancho de banda que requiere su transmisión, es muy sensible al retardo. Otras aplicaciones como la descarga de archivos de gran tamaño (por ejemplo mediante FTP) o el intercambio de archivos (P2P) también son potenciales consumidoras de anchos de banda considerables, pero aquí el retardo no es crítico.

CASADOMO: ¿Y qué tipo de dispositivos requieren una mayor cobertura inalámbrica?

Javier Herrero: Es necesario que toda el área física de uso de dispositivos inalámbricos disponga de un nivel de señal aceptable para un funcionamiento normal, a una velocidad aceptable. Pero no diría que unos dispositivos inalámbricos requieran más cobertura que otros.

CASADOMO: ¿Cómo funciona mejor un ordenador de sobremesa: conectado a la red Wifi o por cable?

Javier Herrero: Aunque los últimos estándares en redes inalámbricas han experimentado una mejora sustancial, es indiscutible que una conexión cableada siempre ofrecerá un mejor rendimiento que una inalámbrica, por dos motivos. En primer lugar, la velocidad, no existe a día de hoy una conexión inalámbrica equiparable a una conexión Gigabit cableada (2Gbps en Full-Dúplex). En segundo lugar, y más importante, un conmutador Ethernet crea un dominio de colisión para cada nodo de red (en este caso un ordenador) y el ancho de banda de cada terminal es independiente, mientras que un punto de acceso inalámbrico dispone de un único dominio de colisión para todos sus clientes, por lo que el ancho de banda total del AP será compartido para todos los usuarios.

CASADOMO: ¿En qué medida influye la extensión del edificio o vivienda en la cobertura inalámbrica? ¿Es igual la cobertura inalámbrica en un piso que en una vivienda unifamiliar, hotel, institución pública o edificio de oficinas (por citar varios ejemplos)?

Javier Herrero: Como he comentado anteriormente, la extensión del área a cubrir condicionará la cobertura inalámbrica del punto de acceso. Mientras que en un piso el alcance de un router WiFi estándar suele ser suficiente, en una vivienda unifamiliar es frecuente la necesidad de uno o más repetidores. Y si hablamos de edificios de mayor tamaño, como por ejemplo un hotel, sería conveniente realizar un proyecto individual para dotar de cobertura WiFi a toda la instalación, cableando todos los Puntos de Acceso a través de switches Ethernet.

CASADOMO: ¿Qué es solución es la más adecuada para aprovechar mejor la conexión a Internet: una solución Powerline o un router potente?

Javier Herrero: La respuesta sería… depende. Ambas soluciones pueden ser válidas, pero cada una de ellas se adapta mejor a un tipo de escenario. Por ejemplo, si hablamos de un piso de una única planta pero de más extensión que la estándar (más de 80 metros cuadrados), entonces un router “potente” puede ser más apropiado, porque el aumento de cobertura será suficiente, mientras que el usuario sólo necesita tener instalado un equipo, aspecto que agradecerán los amantes de la estética doméstica. Por el contrario, en una vivienda unifamiliar de varias plantas, un router con antenas de mayor ganancia quizá no consiga beneficios importantes (las antenas omnidireccionales concentran la emisión en el plano horizontal), por lo que una solución basada en adaptadores Powerline que integren WiFi para el acceso sería más interesante.

CASADOMO: ¿Es efectivo que un router funcione sobre dos bandas (5GHz para juegos online, streaming HD y 2,4GHz para navegar, correo, etc.)?

Javier Herrero: Sin duda alguna, esta solución sería la más académica y, desde mi punto de vista, la más recomendable desde el punto de vista técnico. El problema que afrontará el usuario es que todavía hay pocos dispositivos comerciales que integren WiFi en banda dual (la mayoría sólo funcionan en 2,4GHz). En TP-LINK disponemos de routers inalámbricos y adaptadores de banda dual, que permiten utilizar la banda de 5GHz a aquellos dispositivos que puedan soportarlos (por ejemplo PCs o portátiles), pero esta solución no es válida para, por ejemplo, los Smartphones.

CASADOMO: ¿Cuál es la forma más recomendable para gestionar la seguridad informática en una red doméstica?

Javier Herrero: La pregunta de la seguridad es recurrente cuando se habla de redes inalámbricas. Obviamente, es un aspecto muy importante, y hay que preocuparse por disponer de una red suficientemente segura (hay mucho desaprnsivo hay fuera), pero tampoco hay que volverse loco. Desde luego, recomendaría siempre una seguridad basada en WPA (si es posible WPA2). También recomendaría usar WPS para registrar los clientes inalámbricos, si se dispone de un router con esta característica. Y si estamos muy preocupados ocultaría el SSID y habilitaría un filtro de MAC con la lista de clientes WiFi del hogar, aunque si tienes visitas no podrán acceder a la red a menos que los des de alta en el filtro. Esta seguridad debería ir acompañada de una adecuada protección de los ordenadores (software de protección, antivirus, contraseñas, etc). Pero no vamos a instalar un RADIUS en casa, ¿no?

CASADOMO: ¿Cuál es el futuro de la red inalámbrica en el hogar?, ¿qué nuevos retos pueden surgir?

Javier Herrero: Si miramos atrás y extrapolamos la evolución de las redes domésticas en los últimos 10 años, el futuro nos llevará a actualizar los equipos WiFi cada cierto tiempo. ¿Quién sigue usando un equipo 802.11b ahora? Dado que los operadores cada vez ofrecen velocidades de conexión a Internet más rápidas y servicios más avanzados, llega un momento en que las redes locales se quedan obsoletas y es necesario actualizar los equipos a los nuevos estándares para disponer de mayor velocidad, seguridad, etc. En el caso de las redes WiFi, en los próximos años se popularizará el IEEE802.11ac, estándar que permitirá conexiones incluso superiores a 1Gbps.

 
 
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