En el sistema de apertura mediante la tarjeta, que es similar a una de crédito, ésta se puede programar para que sólo tengan acceso aquellos que el dueño desee.
El acceso mediante la lectura de la huella dactilar, la cual detecta el lector biométrico, se puede programar para permitir la apertura de hasta 200 personas. El lector de huellas es de última generación y tiene la garantía absoluta de inviolabilidad.
También, puede venir equipado con una pantalla táctil en el interior y, mediante un smartphone, se puede controlar por vídeo desde cualquier parte del mundo el acceso a la vivienda o quién ha llamado a la puerta.
En cualquiera de sus modelos, la puerta es fácilmente programable y dispone de los elementos de seguridad más avanzados, como el cierre perimetral de Ruiz López. Éste consiste en una lámina continua de acero que bloquea ambos laterales de la puerta, desplazándose por un lado desde el interior de la puerta hasta encajarse en el cerco. Por otro lado, la lámina es fija y también queda perfectamente encajada en el cerco.
Además, Ruiz López utiliza para sus puertas domóticas materiales y componentes de marcas como Maxon Motor, cuyos motores son utilizados por los clientes más exigentes, como por ejemplo, la NASA.
En palabras del Director General de la compañía, Javier Ruiz, "nosotros nos exigimos el máximo porque una puerta es un elemento que aporta personalidad, seguridad, comodidad y calidad de vida en general. Para ello, tenemos un departamento de I+D+i propio que realiza un trabajo constante para adaptar nuestro producto no sólo al cliente actual, sino a las necesidades que le puedan surgir".