La Universidad Politécnica de Valencia (UPV), a través del grupo Photonics Research Labs, lidera Quantumable-1, un proyecto que busca aprovechar el poder de la luz para desarrollar nuevas tecnologías cuánticas. La iniciativa tiene como objetivo sentar las bases de los futuros procesadores cuánticos, capaces de manejar información con una velocidad y precisión sin precedentes. Además, busca crear una nueva arquitectura que permita programar señales cuánticas mediante luz, abriendo el camino a aplicaciones en comunicación, ciberseguridad o IA.

El proyecto Quantumable-1 forma parte del Plan de Comunicación Cuántica de la Comunidad Valenciana, un programa en el que colaboran la Universidad de Valencia, la Universidad de Alicante y la Universidad CEU Cardenal Herrera. Este esfuerzo conjunto quiere situar a la región como referente nacional e internacional en tecnologías cuánticas aplicadas a las telecomunicaciones, la ciberseguridad y otros sectores estratégicos.
Chips fotónicos programables
El proyecto se apoya en un concepto desarrollado y patentado por la UPV: la FPPGA (Field Programmable Photonic Gate Array), una tecnología que permite crear chips fotónicos programables capaces de procesar información mediante luz. El nuevo reto consiste en trasladar este avance al ámbito cuántico.
Asimismo, la investigación se enmarca en el campo de la fotónica integrada programable, que busca desarrollar chips ópticos tan versátiles como los microprocesadores electrónicos actuales. Gracias a su capacidad de reconfiguración, un mismo chip puede cumplir funciones distintas sin necesidad de nuevas producciones.
Además, Quantumable-1 quiere llevar este concepto más allá, integrando en un solo chip fuentes y detectores de fotones, además de sistemas capaces de manipular qubits de redundancia, esenciales para garantizar estabilidad y fiabilidad en la información cuántica.
Una colaboración para impulsar la tecnología cuántica
Quantumable-1 es uno de los once proyectos que integran el Plan Valenciano de Comunicación Cuántica, liderado por las cuatro principales universidades de la Comunidad Valenciana. En conjunto, estas iniciativas buscan acelerar el desarrollo de tecnologías cuánticas para fortalecer la competitividad del tejido tecnológico regional.
El Plan Complementario de Comunicaciones Cuánticas parte del Plan de Resiliencia de la Unión Europea y cuenta con un presupuesto total de 76 millones de euros. Además, agrupa a varias comunidades autónomas: Comunidad Valenciana, Castilla y León, Cataluña, País Vasco, Galicia y Comunidad de Madrid, junto con el CSIC. En el caso valenciano, el programa está financiado en un 65% por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (1.169.671,10 de euros) y en un 35% (629.822,90 de euros) por la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo.