El proyecto europeo Hexa-X-II, sucesor del pionero Hexa-X, ha finalizado con la presentación de una plataforma avanzada para redes 6G que marca una evolución de las telecomunicaciones. Hexa-X-II ha desarrollado, en entornos reales, una arquitectura extremo a extremo que mejora la conectividad, la eficiencia energética, la resiliencia y la sostenibilidad de los futuros servicios 6G.
Hexa-X-II se inició en enero de 2023 y finalizó en junio de 2025. Su propósito fue validar experimentalmente los conceptos definidos por Hexa-X, desarrollando una plataforma funcional que integra tecnologías avanzadas y mecanismos de gestión inteligente.
Además, estuvo coordinado por Nokia Solutions and Networks OY, con dirección técnica de Ericsson. El proyecto recibió financiación de la Comisión Europea a través del programa Horizon Europe – Digital, Industry and Space, con una contribución de 22.999.795,14 euros. Participaron 44 organizaciones europeas, incluyendo Orange, TIM SpA, Atos, IMEC, la Universidad Técnica de Dresde y la Universidad de Oulu.
A diferencia de su predecesor, Hexa-X-II ha profundizado en la implementación de mecanismos concretos, casos de uso reales y una plataforma funcional que puede servir como base para la estandarización y despliegue comercial de las redes 6G. Esta arquitectura incluye desde el dispositivo del usuario hasta el núcleo de la red, integrando tecnologías avanzadas como inteligencia artificial distribuida, redes definidas por software, dispositivos de energía cero y sensores solares.
Casos de uso con impacto ambiental, social y económico
Uno de los objetivos fundamentales de Hexa-X-II ha sido ir más allá de los avances logrados por Hexa-X, adoptando una visión integral de la sostenibilidad como eje central del diseño del 6G. Esta visión se basa en tres pilares interdependientes: el impacto ambiental, la cohesión social y la viabilidad económica. En ese sentido, ha estructurado sus desarrollos en torno a varias familias de casos de uso: robots colaborativos, conciencia física, gemelos digitales, mundo totalmente conectado, entornos confiables y experiencias inmersivas.
Entre estas familias se encuentran los robots colaborativos, sistemas autónomos que cooperan entre sí y con humanos en entornos como fábricas, hospitales o espacios públicos. Gracias a la conectividad 6G, estos robots pueden compartir datos en tiempo real, coordinar tareas complejas y adaptarse dinámicamente a su entorno. También se ha explorado la conciencia física, que dota a la red de capacidad para percibir el entorno mediante sensores distribuidos e inteligencia artificial, permitiendo reacciones inmediatas ante cambios ambientales y facilitando aplicaciones como la agricultura de precisión o la gestión energética.
Otra línea clave es el desarrollo de gemelos digitales, réplicas virtuales de objetos, procesos o sistemas físicos que permiten simular, predecir y optimizar su comportamiento en tiempo real. Esto resulta esencial para sectores como la planificación urbana, la industria o la formación profesional. En paralelo, se trabaja en un mundo totalmente conectado, donde la integración de redes terrestres y no terrestres garantiza cobertura global continua, incluso en zonas remotas o en movilidad aérea urbana.
La confianza también es un eje central, y por ello Hexa-X-II ha definido entornos confiables como una familia de casos de uso que exige altos niveles de seguridad, privacidad y fiabilidad, especialmente en servicios críticos como la salud, las finanzas o la administración pública. Finalmente, las experiencias inmersivas representan una transformación en la interacción digital, con aplicaciones de realidad extendida, holografía y comunicación multisensorial que revolucionan la educación, el entretenimiento y el trabajo colaborativo.
El desarrollo de redes 6G implica superar retos técnicos como la gestión del espectro, la eficiencia energética, la seguridad de extremo a extremo y la integración de inteligencia artificial en la infraestructura de red.
Estos casos de uso han sido fundamentales para validar la plataforma desarrollada y demostrar su aplicabilidad en contextos reales. Hexa-X-II no solo busca mejorar la infraestructura digital, sino también generar un impacto positivo en la vida de las personas, reduciendo la brecha digital, fomentando la sostenibilidad y fortaleciendo la resiliencia de los sistemas críticos. Al integrar inteligencia artificial, eficiencia energética y seguridad de extremo a extremo, el proyecto sienta las bases para una conectividad ubicua y responsable.
Arquitectura E2E
Como parte de esta visión, Hexa-X-II ha desarrollado una arquitectura de extremo a extremo conocida como sistema E2E . Este diseño técnico abarca toda la cadena de conectividad, desde el dispositivo del usuario hasta el núcleo de la red, incluyendo sensores, nodos de acceso, plataformas de gestión y servicios en la nube. Su propósito es garantizar que todos los componentes del ecosistema 6G funcionen de manera coordinada, eficiente y segura en entornos reales.
El E2E integra tecnologías avanzadas como inteligencia artificial distribuida, redes definidas por software, dispositivos de energía cero, sensores con recolección energética y capacidades conjuntas de comunicación y sensado (JCAS). También incorpora mecanismos de gestión basados en intención, que permiten adaptar dinámicamente los servicios a las necesidades del entorno, y expone sus capacidades mediante interfaces abiertas compatibles con CAMARA, facilitando la interoperabilidad entre plataformas.
Esta arquitectura ha sido validada mediante pruebas de concepto en escenarios como la gestión de inventario con robots colaborativos y la vigilancia por vídeo en tiempo real con dispositivos móviles. En ambos casos, se ha demostrado que el sistema puede operar con baja latencia, alta fiabilidad y eficiencia energética, cumpliendo con indicadores técnicos (KPIs) y de valor social (KVIs).
Gracias al sistema E2E, Hexa-X-II no solo define cómo debe funcionar el 6G desde el punto de vista técnico, sino que también establece una base sólida para su estandarización y despliegue comercial, alineada con los principios de sostenibilidad, resiliencia y equidad digital.
Tecnologías para un 6G inteligente, sostenible y confiable
Uno de los pilares tecnológicos de Hexa-X-II ha sido la integración de inteligencia artificial distribuida en la gestión de la red. Esta capacidad permite que los nodos tomen decisiones autónomas en función del tráfico, la demanda y las condiciones del entorno. Por ejemplo, un nodo puede priorizar el tráfico de emergencia en una situación crítica o redistribuir la carga para evitar congestiones, mejorando así la eficiencia y la resiliencia del sistema.
En paralelo, el proyecto ha apostado por el uso de redes definidas por software (SDN), que ofrecen una configuración dinámica y flexible de los servicios. Gracias a esta arquitectura, es posible crear redes privadas, segmentar usuarios y adaptar la conectividad a necesidades específicas sin necesidad de modificar físicamente la infraestructura. Esta flexibilidad es clave para entornos como fábricas inteligentes, hospitales o ciudades conectadas.
La sostenibilidad también ha sido un eje transversal en Hexa-X-II, presente en todas las fases del diseño y desarrollo de la plataforma. Se han incorporado mecanismos para reducir el consumo energético, como la activación selectiva de nodos, la optimización de rutas de datos y el uso de materiales reciclables en los dispositivos. Además, se han desarrollado modelos para calcular la huella de carbono de la red y estrategias para compensarla mediante el uso de energías renovables y prácticas responsables.
Por último, la seguridad, privacidad y aceptación social han sido aspectos clave del proyecto. Hexa-X-II ha propuesto nuevos protocolos de autenticación, cifrado y gestión de identidades que garantizan la protección de los datos personales en entornos altamente conectados. Estas soluciones buscan ofrecer confianza y transparencia en el uso de servicios digitales avanzados.
Además, se han realizado estudios sobre la percepción social de las redes 6G, identificando preocupaciones, expectativas y recomendaciones para una implementación ética. La participación de expertos en ética digital, sociología y políticas públicas ha enriquecido el enfoque del proyecto, asegurando que la tecnología se desarrolle con una visión centrada en las personas y en el respeto a los derechos fundamentales.
Mejoras en escenarios reales
El proyecto europeo Hexa-X-II ha finalizado con la presentación de una plataforma integral para redes 6G, diseñada y evaluada en escenarios reales. Esta plataforma se basa en una arquitectura extremo a extremo (E2E) que conecta desde el dispositivo del usuario hasta el núcleo de la red, integrando tecnologías avanzadas como inteligencia artificial distribuida, interfaces nativas con IA, sensores de proximidad con recolección energética y dispositivos de energía cero detectables por multitudes.
La conectividad se ha mejorado mediante mecanismos de orquestación cognitiva, gestión basada en intención y topologías flexibles que permiten adaptar dinámicamente los servicios a las condiciones del entorno. Esta capacidad se ha demostrado en casos como la gestión de inventario con robots colaborativos y la vigilancia por vídeo en tiempo real, donde se validaron funciones como la migración de servicios, la asignación de tareas basada en confianza y el control predictivo en bucle cerrado.
En términos de interoperabilidad, la plataforma permite la integración de múltiples tecnologías y proveedores gracias a interfaces abiertas compatibles con CAMARA y una capa de habilitación de aplicaciones que expone capacidades como calidad bajo demanda, densidad de dispositivos y estado de sensores. Esto facilita la colaboración entre dominios y la gestión de recursos en tiempo real.
La sostenibilidad ha sido un eje transversal, con soluciones como sensores solares para inventario, algoritmos de planificación energéticamente eficientes y modelos para calcular y compensar la huella de carbono. Estas innovaciones posicionan al 6G como una tecnología verde, capaz de operar de forma autónoma y responsable en entornos industriales, urbanos y rurales.
La resiliencia del sistema también ha sido validada, mostrando su capacidad para mantener la continuidad del servicio en situaciones críticas o de alta demanda. Esto se logra mediante monitoreo sinérgico, migración inteligente de flujos de trabajo y evaluación continua de confianza y rendimiento.
En conjunto, los resultados obtenidos refuerzan los objetivos del programa europeo Horizon Europe – SNS JU, consolidando a Hexa-X-II como un referente en el desarrollo de un ecosistema 6G sostenible, confiable e inteligente.
