El Gobierno de Canarias ha anunciado la inminente implantación de un sistema de teleasistencia avanzada que incorpora tecnologías digitales para ofrecer atención personalizada y proactiva a personas mayores y dependientes en sus hogares. Este servicio supone una inversión aproximada de 30 millones de euros y representa una evolución del modelo tradicional de teleasistencia, al integrar dispositivos conectados, sensores y herramientas de comunicación que permiten un seguimiento continuo del estado de cada usuario.

La nueva teleasistencia no se limita a responder llamadas de emergencia. Los dispositivos incluyen relojes con geolocalización y botón de ayuda, sensores de humo, gas e inactividad, y terminales de comunicación directa con personal especializado
Además, permite establecer canales de comunicación más fluidos entre los usuarios y los servicios sociales o sanitarios, incluyendo videollamadas y recordatorios automatizados.
Según datos del Gobierno regional, más de 20.000 personas se beneficiarán de este servicio en Canarias. Además, el sistema se alinea con la Estrategia para el Abordaje de la Soledad no Deseada, que busca reforzar el acompañamiento y la autonomía de las personas en situación de vulnerabilidad. La puesta en marcha del nuevo sistema supone una inversión aproximada de 30 millones de euros, de los cuales siete millones se destinan al servicio de atención hasta 2027 y 22,7 millones a la adquisición de dispositivos y equipos tecnológicos con financiación del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), en el marco de los fondos europeos Next Generation EU.
Asistencia para todos los perfiles
La teleasistencia avanzada se adapta a distintos perfiles, desde personas que viven solas hasta aquellas con movilidad reducida o enfermedades crónicas. Su objetivo es facilitar la permanencia en el entorno familiar y comunitario, evitando desplazamientos innecesarios y hospitalizaciones. Además, al utilizar tecnologías accesibles y fáciles de usar, se garantiza que el servicio pueda ser adoptado por usuarios con distintos niveles de alfabetización digital.
Este nuevo modelo de atención permite detectar variaciones en la rutina diaria del usuario, como la falta de movimiento o cambios en los horarios habituales, lo que facilita una intervención temprana ante posibles situaciones de riesgo. Los datos recogidos por los sensores son analizados por profesionales que pueden activar protocolos de asistencia antes de que se produzca una emergencia, reforzando así la seguridad y el acompañamiento.
Además, el sistema está diseñado para evolucionar con las necesidades de los usuarios. Se contempla la incorporación de nuevas funcionalidades como asistentes virtuales, mayor integración con dispositivos del hogar y ampliación de la red de sensores. Esto permitirá adaptar el servicio a distintos perfiles y contextos, consolidando un entorno doméstico más conectado, accesible y centrado en el bienestar.