Los sensores de monitorización remota para la salud y el bienestar, combinados con tecnologías de inteligencia artificial (IA), están marcando una nueva etapa en la atención sanitaria al posibilitar el seguimiento continuo y personalizado de pacientes que residen en sus hogares. Esta es una de las conclusiones del libro blanco ‘The role of remote monitoring sensors in health and well-being’ (El papel de los sensores de monitorización remota en la salud y el bienestar) de la Alianza para la Innovación de IoT y Edge Computing (AIOTI). El documento también aborda el impacto de las iniciativas europeas clave y la importancia de cumplir con las normativas, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).

Los sensores instalados en las viviendas e incluso los sensores vestibles (relojes, bandas y prendas inteligentes) permiten monitorizar la actividad diaria de los usuarios en su hogar, así como indicadores fisiológicos, como frecuencia cardíaca, presión arterial o saturación de oxígeno. Los datos recopilados se envían por las redes inalámbricas hacia las plataformas digitales donde pueden ser procesados y analizados, incluso por algoritmos avanzados de IA.
Uso de la inteligencia artificial para la gestión de datos
Según el documento, el avance de los dispositivos vestibles ha permitido incluir, además de sensores tradicionales, textiles inteligentes capaces de soportar el lavado y detectar alteraciones del sueño. Algunos dispositivos emplean IA para anticipar caídas en personas con demencia o modificar el entorno según la calidad del aire detectada, lo que supone un progreso para la intervención temprana.
Al mismo tiempo, la colaboración entre sensores y plataformas de inteligencia artificial amplifica la precisión al clasificar síntomas y facilitar la detección automatizada de situaciones clínicas complejas. Los algoritmos implementados permiten identificar desviaciones en los parámetros y contribuir a la toma de decisiones clínicas apoyadas por datos verificados.
Este desarrollo promueve estrategias de prevención y mejor manejo de cuadros crónicos, además de ofrecer a los profesionales sanitarios acceso a información detallada en todo momento. Otro aspecto relevante destacado en el documento es la influencia positiva en la reducción de hospitalizaciones, ya que la monitorización en tiempo real permite actuar antes de que los síntomas se agraven.
Sin embargo, surgen desafíos relacionados con el manejo seguro de grandes volúmenes de datos y la integración fluida entre diversas tecnologías. La seguridad y la privacidad se vuelven prioridades, dado el carácter sensible de la información y el marco estricto de regulaciones como RGPD en Europa. Junto a estos beneficios, los usuarios pueden encontrar obstáculos como la falta de familiaridad tecnológica o la ansiedad relacionada con el uso de dispositivos médicos en el día a día.
Beneficios para los cuidadores y organismos públicos
Desde la perspectiva de los cuidadores, la integración de sensores remotos aporta seguridad adicional y reduce la presión emocional gracias a sistemas de alerta. Los profesionales cuentan con información más precisa para ajustar tratamientos. Sin embargo, se reconoce la necesidad de protocolos uniformes y mejoras en interoperabilidad para evitar la fragmentación.
Los organismos públicos y aseguradoras se benefician de la posibilidad de análisis de datos agregados para la toma de decisiones y el diseño de coberturas, siempre manteniendo como prioridad la protección legal y ética. La equidad y la accesibilidad siguen representando desafíos en la adopción masiva de estas soluciones.