El proyecto de investigación industrial centrado en la mejora del entorno doméstico para pacientes pediátricos Ayra está desarrollando sistemas integrales para el seguimiento de la calidad ambiental en los hogares de los pacientes. El proyecto ha presentado sus primeros resultados que muestran unos niveles de humedad superiores a los recomendados y presencia de partículas en suspensión en todos los hogares monitorizados.

Promovido por un consorcio compuesto por el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, Catalonia.Health, la Fundación BCD, Domestic Data Streamers, Pumba y TheLeftBit, esta iniciativa se integra dentro del programa SJD en Casa y está alineado con la Unidad de Salud Medioambiental Pediátrica de Sant Joan de Déu.
El proyecto se estructura en dos fases complementarias. En una primera etapa, ya en marcha, el proyecto ha creado una infraestructura de monitorización ambiental acompañada por una plataforma digital, destinada a que los equipos sanitarios puedan evaluar con mayor precisión el entorno en el que los menores completan su recuperación. Una segunda fase, que se prevé implementar entre 2025 y 2026, se orienta a proporcionar herramientas digitales a las familias para que comprendan de forma sencilla cómo la calidad ambiental de la vivienda puede influir en el estado de salud de los niños.
Ayra utiliza tecnologías avanzadas, incluyendo el aprendizaje automático para analizar los datos recogidos en los hogares. Este enfoque permite ofrecer recomendaciones adaptadas a cada situación y busca optimizar no solo la recuperación de los pacientes, sino también contribuir a prácticas integrativas en el ámbito sanitario. La propuesta está pensada para estimular la innovación en salud, fomentando también la colaboración con otras entidades y agentes del sector.
Resultados preliminares del proyecto Ayra
Tras analizar la calidad del aire en 12 domicilios de pacientes del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona, se ha demostrado que, en la mayoría de los casos, la calidad del aire podría ser potencialmente perjudicial para la salud en diferentes grados y períodos de tiempo.
En la mayoría de los hogares evaluados, la humedad relativa superaba los valores recomendados del 40–60%. En algunos casos se alcanzaron niveles del 80% casi durante todo el día, con el riesgo de formación de hongos y problemas derivados de la condensación. En las viviendas situadas en planta baja, la humedad media fue del 65%, mientras que en plantas superiores descendía hasta el 55%.
Todos los domicilios superaron en algún momento del día los niveles recomendados de partículas sólidas y líquidas en suspensión (polvo, polen o emisiones derivadas de la combustión de vehículos), siendo lo más habitual que esta exposición se prolongara durante, al menos, una cuarta parte de la jornada. Los datos también muestran una correlación entre una ventilación deficiente y la acumulación de contaminantes como monóxido de carbono (CO) y partículas en suspensión, lo que refuerza la importancia de intervenir sobre el entorno doméstico como parte del abordaje clínico.
Gracias al proyecto Ayra, se puede monitorizar y mejorar la calidad del aire en casa, entendiendo mejor su papel en la aparición y recuperación de ciertas patologías.