El MIT desarrolla una antena capaz de transformar la señal Wi-Fi en energía para alimentar los dispositivos IoT

Gracias a un nuevo material llamado MoS2, permite que la rectenna sean más fléxible y tenga una transmisión de la señal mejorada.

Las baterías pueden ser un problema en el funcionamiento de los dispositivos inteligentes, ya que se les agota la carga o se estropean en los momentos menos oportunos. Investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) junto con 15 coautores, entre los que destacan la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Técnica de Madrid, el Laboratorio de Investigación del Ejército, la Universidad de Boston y la Universidad del Sur de California, han desarrollado un dispositivo flexible capaz de convertir la señal Wi-Fi en energía.

Gracias a un nuevo material llamado MoS2, permite que la rectenna sea más fléxible y tenga una transmisión de la señal mejorada.

Esta energía podría ofrecer la carga suficiente para alimentar los aparatos electrónicos, como los dispositivos IoT. A través de rectennas, que son dispositivos que convierten las ondas electromagnéticas de CA en electricidad CC, son las encargadas de transportar la carga. Para adquirir la señal que se convertirá en energía, se implementa una antena de radiofrecuencia (RF) encargada de capturar las ondas electromagnéticas como las señales pasivas de Wi-Fi.

Para transformar la señal se utiliza un rectificador que convierte la corriente alterna en continua. Para fabricar los rectificadores, se utilizan materiales como el arseniuro de silicio o galio que generan un material rígido. En este proyecto se ha optado por usar otros materiales nuevos que ofrecen flexibilidad como es el caso de disulfuro de molibdeno (MoS2).

Características del MoS 2

Este nuevo material posee tres átomos de espesor, convirtiéndose en uno de los semiconductores más finos que existen actualmente. Su composición abre un abanico de posibilidades, ya que cuando se entra en contacto con diversos químicos, los átomos que componen el material cambian su organización para hacer la función de un interruptor forzando una transición de fase de un semiconductor a un material metálico.

Por el momento, los investigadores han conseguido que este dispositivo pueda producir una potencia de 40 microwatts. Esta potencia es más que suficiente para que una iluminación Led pueda encenderse. En cuanto a las primeras aplicaciones donde se podría utilizar este rectenna, están enfocadas para suministrar de energía a los dispositivos electrónicos, médicos, así como sensores flexibles o portátiles.

 
 
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