Los fabricantes japoneses de productos electrónicos de consumo están dando la espalda al uso de sistemas operativos propietarios en sus dispositivos (Windows, Pocket PC, Palm OS, etc) para volcar todos los esfuerzos en el uso de S.O. abiertos como el Linux. El acuerdo de Sony y Matsushita hace unas semanas es un buen ejemplo de ello, insistiendo que no piensan invertir más dinero en el mantenimiento de las licencias de ese tipo de sistemas operativos.
Por otro lado, también han comentado que iniciativas como el HAVi o el desarrollo de un interface de progamación Java para televisores, ya no son tan prioritarias como antes.