Comunicación presentada al III Congreso Edificios Inteligentes:
Autores
- Raúl Rodriguez, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Rosa Rodriguez, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Ignacio Lucini, Asesor Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Mar García, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Carlos de Pablo, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Patricia Romeros, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
- Laura Briones, Departamento Técnico, Fundación Shangri-La
Resumen
En esta Comunicación Fundación Shangri-la plantea la necesidad de incorporar criterios de diseño y gestión que garanticen la funcionalidad, eficiencia y seguridad de los controles de acceso, en todo tipo de edificios, y para todo tipo de usuarios. Se analizarán las necesidades de los usuarios y las soluciones que se están generando en casos reales. Proyectos en los que se está llevando a cabo la certificación de las condiciones de accesibilidad (como son los edificios de Oxxeo, Castellana 77 y Castellana 81, todos ellos propiedad de GMP). La Fundación Shangri-La entiende la accesibilidad como una dimensión específica y necesaria de la responsabilidad social de empresas y organizaciones para mejorar sus relaciones con múltiples grupos de interés.
Alcance
Son muchas las entidades que por cuestiones de seguridad o por modelo de negocio han de aplicar un control de accesos en el tráfico de personas y/o vehículos a sus instalaciones. Al hablar de control de accesos nos referiremos a los puntos y elementos que se hayan establecido para gestionar las operaciones asociadas al control de acceso:
- Mecanismos de autenticación
- Mecanismos de autorización
- Mecanismos de trazabilidad
Evolución de la gestión del control de accesos
Es cierto que hoy la tecnología está presente en casi cualquier fórmula empleada para gestionar el control de accesos, no obstante, esa tecnología no siempre está al servicio del usuario o simplemente le resulta “transparente”.
La cultura de las entidades, y su objeto de negocio, influye de forma determinante en el modo en que deciden gestionar el acceso a sus instalaciones.
Si hacemos un recorrido por el corazón financiero madrileño visitando edificios de oficinas de “clase A” en zona “prime” podremos encontrar múltiples formatos de gestión.
Desde la presencia de personal de seguridad que simplemente controla el movimiento registrado por un circuito de cámaras y sin protocolo de autenticación de personas ni tornos, pasando por los sistemas de mostrador de autenticación y entrega de credenciales para tornos y comunicaciones verticales, hasta aquellos que incluyen casi todo lo anterior y además puntos adicionales de control empleando biometría.
Sin duda estas prácticas y tecnología contribuyen a la seguridad de las instalaciones, e incluso a su eficiencia, sin embargo, no siempre contemplan condiciones que garanticen accesibilidad a cualquier usuario.
Todo control de accesos implica la interposición de alguna barrera física y requiere que se analice si los puntos y elementos que se hayan establecido para gestionar dicha operación permiten la interacción confortable, segura, autónoma y no discriminatoria con usuarios con necesidades especiales.
Gestión accesible
Creemos que la gestión accesible del control de accesos pasa por aceptar que la casuística de necesidades especiales es tan extensa que siempre hemos de contemplar que el sistema arbitrado no sea válido para algún usuario.
Esta forma de enfocar la accesibilidad, no sólo en el ámbito que estamos analizando, sino en la globalidad de las instalaciones de nueva construcción o en la rehabilitación y adaptación de entornos ya construidos, permite definir protocolos de gestión alternativos integrados desde el inicio en el funcionamiento de la instalación.
Debido a la naturaleza de las necesidades que se pretenden solventar estos protocolos son “visibles” para todo tipo de usuarios generando un impacto real y tangible que traslada mensajes a múltiples niveles y usuarios:
- El público en general percibe que la propiedad y/o gestora de la instalación integra en su concepto de servicio la atención a personas con necesidades especiales.
- Personas mayores, mujeres embarazadas y otros usuarios con necesidades especiales permanentes o circunstanciales identifican con claridad medidas que contribuyen a su autonomía con confort y seguridad.
- Con independencia de que las medidas especiales arbitradas les sean o no de aplicación, todos perciben que la voluntad de propiedad y/o gestora es prestar el mejor servicio posible.
Casuística de necesidades especiales a considerar en el diseño
Cada usuario con necesidades especiales representa un caso único y concreto, no obstante, a la hora de integrar la accesibilidad en el diseño podemos definir cinco grandes bloques de condiciones a considerar:
- Condicionantes por movilidad reducida: Personas con dificultades de interacción derivadas de falta de movilidad y funcionalidad en extremidades de tronco superior y/o inferior. No sólo estamos por tanto ante usuarios de muletas o sillas de ruedas, sino que también consideramos la posibilidad de personas sin manos o sin capacidad para accionar determinados mecanismos manuales.
- Condicionantes por baja visión: Personas con dificultades para localizar elementos o moverse y situarse en el contexto espacial.
- Condicionantes por baja audición: Personas con dificultades para identificar señales sonoras o mantener conversación oral.
- Condicionantes cognitivos: Personas que pueden tener dificultades para comprender señales, instrucciones de mecanismos.
A continuación, realizamos una traslación de estos condicionantes al ámbito de la gestión del control de accesos identificando posibles medidas complementarias que se pueden establecer para resolver las barreras o dificultades que los usuarios con necesidades especiales pueden encontrar.
Para ello, seguimos el ‘itinerario imaginario’ que realizan estos potenciales usuarios en un edificio en el que hay implantadas numerosos y variados mecanismos de control de acceso como:
- Mostrador que sirve de punto de autenticación y obtención de credencial (tarjeta / mando) de acceso al edificio.
- Tornos de acceso previos a núcleo de ascensores.
- Llamada a ascensores gestionada desde controlador de accesos y activada al pasar por tornos.
- Puntos de acceso restringido con autenticación mediante la credencial de acceso general, biometría (iris/mano) y/o claves.
Como podemos observar en la tabla I el esquema de control de accesos utilizado como ejemplo genera dificultades previas y posteriores a la autenticación y obtención de credencial.
Estos condicionamientos o dificultades pueden ser total o parcialmente solventados con medidas como:
- Sistemas de Wayfinding y pavimentos podotáctiles para localización de puntos de autenticación.
- Mostradores de autenticación adaptados (dimensiones y configuración, instalación de bucle magnético, etc.)
- Adaptaciones en software de tornos y ascensores
- Señalización y posicionamiento de los puntos de autenticación (identificación podotáctil, altura de mecanismos de validación, etc.).
- Gestión anticipada vía web accessible, etc.
Del potencial a la realidad: casos reales
Las medidas adaptativas mencionadas en el apartado anterior pueden parecer sencillas, pero si no han sido consideradas en el diseño inicial son complejas de introducir, la solución final suele ser una combinación de medidas físicas y medidas de gestión.
A continuación, revisamos tres casos reales todos ellos tienen en común que, con la asistencia técnica de Fundación Shangri-La, se han contemplado adaptaciones en la inteligencia de control de accesos de tornos y ascensores para incrementar las prestaciones de accesibilidad que inicialmente estaban previstas en diseño.
Este factor nos parece relevante porque estamos observando que tanto en edificios de nueva construcción como en edificios que están realizando reformas se están modificando el antiguo sistema de gestión de ascensores. Como rasgo general lo que observamos es que se ha de informar previamente la planta de destino para que así la inteligencia de gestión derive a los usuarios a cada ascensor de la forma más eficiente posible desde el punto de vista de flujos y gestión energética.
El sistema de llamada única desde mostradores de acreditación, tornos o vestíbulo de ascensores, es una medida que entendemos necesaria (y en muchos casos valorada o requerida para obtener acreditaciones de sostenibilidad y eficiencia energética), no obstante, puede plantear barreras para personas con dificultades cognitivas y para personas ciegas o con resto visual.
Para cada caso mencionamos ejemplos de las medidas complementarias que se han arbitrado, la adaptación de la inteligencia torno/ascensor se describe en el caso 2 (Castellana 77).
Todos los casos están en proceso de ejecución de obra por lo que se aporta documentación fotográfica orientativa pero no definitiva.
1. Caso Oxxeo edificio de nueva construcción
En este caso Fundación Shangri-La inició su asistencia técnica en accesibilidad cuando el proyecto de ejecución ya estaba definido, y, aun existiendo la posibilidad de incorporar medidas, estas han tenido impacto en algunos de los diseños previstos que ha sido necesario modificar afectando por ejemplo a los pavimentos previstos. La pretensión es que todas estas modificaciones permitan al edificio obtener la calificación 5 estrellas DIGA (Distintivo Indicador de Accesibilidad).
En este ejemplo además de incorporar la inteligencia de ascensor/torno desarrollada para Castellana 77 (que se describe en el siguiente apartado), se garantiza la localización del punto acceso y el punto de acreditación mediante señalización podotáctil desde la zona de “drop off” hasta el punto de acreditación y desde este hacia la zona de tornos y ascensores.
2. Caso Castellana 77 rehabilitación integral
En este ejemplo Fundación Shangri-La inició su asistencia técnica en accesibilidad cuando el proyecto se encontraba en fase de ejecución de obra, por lo que los impactos en diseño y presupuesto ofrecían menor margen de incorporar adaptaciones.
Al aplicar los criterios del Distintivo Indicador de Accesibilidad (Certificación DIGA) se detecta la necesidad de incorporar adaptaciones en la inteligencia de control de accesos que GMP está implantando en sus edificios. En el análisis se detecta que se ha previsto la posibilidad de ralentizar la llamada al ascensor para el caso de usuarios de silla de ruedas que puedan necesitar más tiempo para llegar desde los tornos hasta el vestíbulo de ascensores, pero no se ha previsto la resolución de otro tipo de condicionantes para estos mismos usuarios o par apersonas con dificultades cognitiva o de visión.
La solución final generada por el equipo de proyecto y el proveedor (Estudio de Luis Vidal, BOVIS, Thyssen y Johnsons Control) contempla medidas de software, señalización y protocolo de operativa que se detallan en la tabla adjunta.
3. Caso Castellana 81 rehabilitación parcial en edificio protegido
En este ejemplo Fundación Shangri-La inició su asistencia técnica en accesibilidad cuando el proyecto se encontraba en fase de ejecución de obra, con la complejidad añadida por la circunstancia de ser un proyecto en edificio protegido con licencias de actuación muy limitadas, sus puertas de acceso, suelos, paramentos, están protegidos, de los tres proyectos presentados en este artículo es el que menos margen de adaptación ofrecía.
En este caso ha sido factible incorporar las medidas de adaptación en el mostrador de acreditación y en la inteligencia de tornos y ascensores, pero no ha sido posible tocar pavimentos para proporcionar direccionamiento a personas de baja visión.
En este caso se da además la complejidad añadida de que el punto de acreditación y los tornos de acceso a ascensores están a distinta cota, haciendo más necesario que la llamada al ascensor pueda ser realizada por el propio usuario o por el personal responsable del control de accesos si el usuario solicita este acompañamiento o prestación de ayuda. Esto hace que sea aún de mayor relevancia que el punto acreditación incorpore medidas de accesibilidad como mostrador a doble altura, bucle magnético… que se observan en la figura 5.
Conclusiones
La Fundación Shangri-La entiende la accesibilidad como una dimensión específica y necesaria de la responsabilidad social de empresas y organizaciones para mejorar sus relaciones con múltiples grupos de interés. La casuística abordada en este artículo y las soluciones arbitradas no sólo atienden a las necesidades especiales de los colectivos con discapacidad, las prestaciones en accesibilidad proporcionan confort y seguridad a todos los usuarios.
Situaciones como acudir a un edificio de oficinas con una maleta, acudir con un niño pequeño en cochecito o una situación puntual de acceso masivo para un acto o evento, pueden ser experiencias mucho más confortables si la accesibilidad ha sido considerada en el diseño como un elemento que va más allá de la conectividad con líneas de metro, bus y aeropuertos. Realizar un abordaje serio de la accesibilidad implica considerar:
- Los accesos desde la vía pública.
- La gestión del control de accesos.
- Soluciones de movilidad vertical accesibles.
- La existencia de servicios higiénicos accesibles.
- Cualquier adaptación que pueda ser necesaria para garantizar la prestación de servicio en condiciones de accesibilidad, confort, seguridad y no discriminación.
Este es el enfoque de Fundación Shangri-la y su Distintivo indicador del Grado de Accesibilidad, que permite acreditar que una instalación gestiona la accesibilidad no sólo de forma inteligente sino también sensible.
Agradecimientos
Nuestro agradecimiento a GMP por autorizarnos a usar ejemplos reales de sus implantaciones.