A propuesta del Ministerio de vivienda y Agenda Urbana, el Consejo de Ministros ha aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica (Perte) de la Industrialización de la Vivienda. Con una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años, la Empresa Pública de Vivienda puntuará hasta un 10% los elementos de industrialización en sus licitaciones con el fin de incentivar la industrialización. Esta medida tiene como fin aumentar el parque público de vivienda incorporando la aplicación de tecnologías avanzadas al proceso de diseño, producción, gestión y montaje a través de técnicas mecanizadas y de fabricación en serie.

El objetivo del nuevo Perte de la Industrialización de la Vivienda es la transformación del sector de la construcción, aumentando su capacidad productiva y convergiendo a las mejores prácticas en materia de industrialización de la vivienda. El proyecto se articula en torno a tres grandes ejes estratégicos: aumentar la capacidad productiva, la eficiencia y sostenibilidad, y la formación y talento.
El Gobierno de España ha anunciado que las 1.600 viviendas que serán licitadas en las próximas semanas, aún bajo el paraguas de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes), ya incorporarán el criterio de industrialización. De esta forma, se favorece la creación de demanda de vivienda industrializada.
Características de la construcción industrializada
La construcción industrializada se caracteriza por disponer de un fuerte componente de digitalización, mejora de la calidad de la edificación y la arquitectura, reducción de los tiempos de edificación entre un 20% y un 60%, además de fomentar la colaboración entre agentes del sector, mejorar las condiciones laborales, aumentar la productividad y reducir el impacto medioambiental.
Para ello, el Perte aborda los desafíos a los que se enfrenta el sector de la construcción industrializada mediante el aumento de la capacidad industrial del sector dedicada a la fabricación de sistemas constructivos complejos y abiertos, e incentiva la innovación a través de la elaboración de políticas públicas integrales, junto con la participación del sector privado, para garantizar la consolidación de la construcción industrializada como un sector de referencia en España.
Además, la industrialización ayudará a dignificar el empleo en la construcción y hacerlo atractivo para los jóvenes, con más seguridad, con más formación y con más calidad de vida. Para ello, se trabajará con universidades, centros de Formación Profesional y todos los agentes para adecuar un nuevo esquema de formación de talento a todos los niveles: perfiles técnicos, gestores, promotores e instaladores, y también para atraer inteligencia y capacidad femenina al sector.
Incorporación de la digitalización en los procesos de construcción
Con objetivo de profundizar en la mayor eficiencia y sostenibilidad a través de la digitalización y la actualización normativa, se propone la creación de una plataforma/marketplace colaborativa de componentes de sistemas de construcción industrializada que permita visibilizar sus prestaciones, la compatibilidad entre los sistemas y sus características técnicas, facilitando la colaboración entre actores y la competitividad.
Asimismo, se persigue facilitar la puesta en marcha de construcción tanto de vivienda como de otro tipo de tipologías susceptibles de incorporar la construcción industrializada; así como aumentar la capacidad productiva a través de una mejor financiación público-privada y la generación de una demanda estable.
Impacto económico del Perte
El Perte de la Industrialización de la Vivienda contará con una inversión pública de 1.300 millones de euros para consolidar un ritmo productivo de 15.000 viviendas industrializadas al año y 20.000 viviendas anuales en diez años. Del total, 1.000 millones de euros se destinarán a financiación y 300 millones de euros a capitalización.
Con esta inversión pública, el Gobierno de España espera un efecto multiplicador de 2,4, es decir, que por cada euro de inversión pública habrá 1,4 euros privados. Además, se espera que la mejora de las condiciones laborales y de seguridad permita la atracción de mujeres a un sector ampliamente masculinizado.
Por otro lado, este Perte contempla una cogobernanza en la que se impliquen todos los actores sociales (empresarios y sindicatos), y también el conjunto de las Administraciones públicas. Un Comité Interministerial y la apuesta por una alianza pública-privada velarán por un modelo de gobernanza eficaz y adaptado a los requerimientos de la construcción industrializada.