Unos 150 clientes de un pequeño pueblo estadounidense de Seattle serán los primeros en probar el servicio de alquiler de películas de Blockbuster a través de Internet. La iniciativa, en la que participa la compañía de energía Enron, une la tecnología con el entretenimiento y está dispuesta convertirse en la pesadilla de los servicios de televisión por pago de cable o satélite. El proyecto se extenderá por Estados Unidos para luego exportarlo a las casas de Viejo Continente.
Para Enron Broadband, el alquiler de películas on-line es un negocio todavía en pruebas. En este sentido, la empresa de investigación Yankee Group predice que cerca de 8 millones de personas recibirán películas vía Internet en 2003, generando más de 1 millardo de dólares en cuotas de suscripción. Los analistas explican que las películas podrían ser simplemente el principio del negocio, después vendrían los juegos, la TV y otros servicios de programación interactiva utilizando, claro, conexiones de banda ancha.
Bajo los términos del acuerdo entre Blockbuster y Enron, la compañía de Texas codificará unos 300-500 títulos para empezar de la biblioteca de Blockbuster, para luego ampliarlo a 7.000-8.000. La empresa enviará luego las películas a compañías de telecomunicaciones locales quienes, a su vez, las harán llegar a los hogares de los subscriptores vía líneas digitales de subscripción, o DSL, destinadas principalmente a los hogares que quieren acceso de alta velocidad a Internet.
Los socios dicen que la operación incrementará el tráfico en la red de banda que posee Enron y le permitirá a Blockbuster participar en el cambio de películas en videocasete a formas electrónicas de entrega. Los socios telefónicos son SBC Communications, Verizon, Qwest, Covad Communications, Telus y ReFlex.